Altas expectativas, resultados mixtos: por qué Carolina del Norte está entrando en una temporada crucial

EL TACONES DE ALQUITRÁN DE CAROLINA DEL NORTE Estamos acostumbrados a estar bajo un microscopio. Este es un programa con seis campeonatos nacionales y camisetas de íconos como Michael Jordan y James Worthy en sus vigas y que siempre ha generado una buena parte del escrutinio que conlleva ser sangre azul.

Pero en la mayoría de las temporadas, la UNC recibe quejas sobre su talento, consistencia y éxito. En 2024-25, el vitriolo fue diferente. Después de recibir un puesto en los Primeros Cuatro como puesto 11 en el torneo de la NCAA, los Tar Heels fueron ampliamente vistos como indignos.

Con un récord de 8-6 en sus últimos 14 juegos de la temporada regular y un currículum sin victorias emblemáticas, Carolina del Norte entró en el campo creó tanta controversia que el gobernador de Virginia Occidental, Patrick Morrisey. realizó una conferencia de prensa a raíz del Domingo de Selección para acusar al comité de selección, liderado por el director atlético de la UNC, Bubba Cunningham, de un proceso fraudulento y un «error judicial» (el Montañeros de Virginia Occidental se perdió el torneo como resultado de la inclusión de Carolina del Norte).

«La temporada pasada fue dura, trabajamos, peleamos y sé que no éramos el mejor equipo, pero les doy a mis muchachos el mayor felicito del mundo por cuánta adversidad y cuánto luchamos», dijo Seth Trimbleel máximo goleador del equipo. «Y luego simplemente escuchar a los detractores. Quiero decir, los escuchamos durante todo el año. Los escuchamos durante el torneo. Los escuchamos justo antes del torneo. No fue nada nuevo».

Los cuatro años del entrenador Hubert Davis a cargo de su alma mater han contado con resultados yo-yo: una carrera hacia el juego por el título nacional como octavo puesto en el primero; perderse el torneo por completo en su segundo. Hace dos años, llevó a los Tar Heels al Sweet 16 como cabeza de serie No. 1, terminando con 29 victorias. En marzo pasado, fue una temporada mediocre 22-13 y una derrota en la primera ronda del torneo.

Cunningham dice que confía en la capacidad de Davis para liderar el programa después de extender su contrato hasta 2030 a principios de este año. Pero en su quinto año al mando, otra temporada mediocre podría significar que Davis no pueda cumplir consistentemente con el estándar en Chapel Hill, arriesgándose a que las conversaciones acaloradas se conviertan en una historia.

«Quiero decir, ¿podemos ganar un campeonato nacional cada año? No. ¿Tenemos aspiraciones de ganarlo? Sí», dijo Cunningham a ESPN. «¿Y vamos a seguir apoyando a nuestro programa, a nuestros entrenadores y a nuestros estudiantes con los recursos para llegar a ese nivel? Absolutamente. Esa es nuestra ambición y no vamos a dar marcha atrás en ella».

Carolina del Norte perdió a cuatro de sus siete mejores anotadores de la temporada pasada ante el portal de transferencias y abrió esta temporada con su clasificación más baja (N° 25) en la encuesta AP de pretemporada desde 2005, pero los Tar Heels no son exactamente los perdedores a medida que comienza la temporada 2025-26. Estudiante de primer año Caleb Wilson es un recluta confiado de cinco estrellas que constituye la octava clase de reclutamiento del país, una de las mejores de los últimos años para los Tar Heels. Además, el regreso de Trimble y las incorporaciones de la estrella europea de 6 pies 6 pulgadas Luka Bogavac y transferencia de Arizona de 7 pies Henri Veesaar debería darles a los Tar Heels la oportunidad de evitar otro domingo de selección angustioso. Aún así, está claro que Carolina del Norte está tratando de encontrarse a sí misma (y tal vez una nueva identidad) en el cambiante panorama de los deportes universitarios.

Y si el prestigioso pasado de la UNC ya no garantiza un futuro prestigioso, eso ejercerá aún más presión sobre Davis y su equipo. La base de fans de los Tar Heels no aceptará eso como excusa para quedarse cortos.

«Incluso antes de ser entrenador en jefe, como asistente cuando estaba aquí y cuando jugaba aquí, la expectativa aquí es que cada temporada este programa tenga una oportunidad. [to win a national title]», dijo Davis a ESPN. «Y cuando digo que el estándar es el estándar, eso es lo que quiero decir. Y ya sea que llegues al juego de campeonato o llegues al torneo de la NCAA y pierdas en la primera ronda como lo hicimos el año pasado, el estándar es el estándar.

«Esas son las expectativas de cada año, independientemente de si llegamos al campeonato el primer año o no».

UN AÑO DESPUÉS Matt Doherty ganó un título nacional como guardia de reserva en un equipo de la UNC liderado por Jordan, Worthy y Sam Perkins, todas futuras estrellas de la NBA, fue a una fiesta con sus compañeros de equipo para celebrar la carrera Elite Eight de la próxima temporada.

Aunque Carolina del Norte acababa de perder ante Georgia en la final regional de 1983, todavía esperaba una celebración por haber llegado a la cúspide de la Final Four. En cambio, un fanático de Tar Heels se aseguró de saber que su equipo había fallado.

«Recuerdo que salí una noche y un tipo me dijo: ‘Ustedes apestan'», recordó Doherty. «Quería pelear con él».

Cuando Doherty fue contratado como entrenador en jefe de la escuela, casi 20 años después, las expectativas se magnificaron. Había cargado con el peso de usar una camiseta de Carolina del Norte como jugador, pero su intento de mantener las ambiciones de la escuela en los años que siguieron al retiro del legendario entrenador Dean Smith fue más difícil de lo que Doherty jamás había imaginado.

«Tuviste altibajos», le dijo a ESPN Doherty, quien fue despedido en 2003. «Y lidiar con eso -el diálogo interno, el aislamiento- [because] Estás rodeado por el personal, tus jugadores, 22.000 aficionados, el director deportivo, el canciller, pero te sientes solo. ¿Y entonces con quién hablas?»

Doherty es la única persona en la estratosfera de Carolina del Norte que comprende la difícil situación de Davis. Es el único entrenador en jefe que los Tar Heels han despedido en los últimos 75 años después de acumular un récord de 53-43 en tres temporadas (2000-2003), que incluyó una temporada de ocho victorias y sólo una aparición en un torneo de la NCAA. Aunque sabía que un programa que buscaba su primer título nacional desde 1993 supondría una pesada carga sobre sus hombros, Doherty rápidamente aprendió que el programa no tenía ganas de perder. Esa realidad solo ha sido más desafiante para Davis & Co. mientras navegan por las nuevas estructuras de compensación y el portal de transferencias. Doherty dijo que Carolina del Norte, al igual que otros países de sangre azul, dependió de su marca durante demasiado tiempo en las batallas de reclutamiento, incluso cuando el panorama minimizaba el impacto de ese factor.

«Creo que tardaron en adoptar esa mentalidad y no lo culpo. [Davis] «Creo que realmente fue una mentalidad institucional: ‘Somos Carolina del Norte y no pagamos a los jugadores y este es un lugar especial’. Y ya nadie habla de ser parte de la familia Carolina. Nadie habla de académicos. Y entonces todo se reduce a dos cosas para el reclutamiento: ‘¿Cuánto me van a pagar y cómo será mi camino hacia la NBA?'»

Después de producir nueve selecciones de primera ronda del draft de la NBA entre 2016 y 2022, los Tar Heels solo han graduado una en los tres años transcurridos desde entonces. Los mejores reclutas de la escuela secundaria que podrían haber elegido Carolina del Norte en lugar de programas sin el mismo legado y pedigrí de baloncesto; ver: el prospecto número uno en la generación de 2025, AJ Dybantsque eligieron BYU, han rechazado las propuestas de la UNC en los últimos años, ya que las nuevas reglas financieras han nivelado el campo de juego.

A medida que se desarrollaron las batallas de negociación por transferencias y reclutas de élite la primavera pasada, el mismo programa de Carolina del Norte que históricamente ha sido anclado por algunos de los grandes hombres universitarios del juego no logró conseguir un ala-pívot o centro de élite en el portal. De tamaño insuficiente y limitados en la pintura por primera vez en años, los Tar Heels no pudieron superar sus defectos y las luchas del ex All-American RJ Davis.

«Obviamente, el año pasado éramos pequeños», dijo Davis. «Para jugar a nuestro nivel, hay que tener tamaño, hay que tener tamaño posicional, y en casi todos los partidos que jugamos éramos más pequeños que nuestro oponente. Y lo que más nos dolió fue en los rebotes».

A medida que avanzaban las luchas, todos los que estaban en el programa podían sentir la nube gris alrededor de Chapel Hill. Los Tar Heels no se habían adaptado a las nuevas reglas de los deportes universitarios como lo había hecho su vecino de Tobacco Road, y solo consiguieron un recluta (Wilson) clasificado entre los cinco primeros del ranking. SC Próximos 100 en los cuatro ciclos de reclutamiento desde que se adoptó NIL en comparación con tres para Duke.

«Ha tenido grandes temporadas ganadoras, tuvo la oportunidad de ganarlo todo y tuvo algunas temporadas que no le fueron tan bien», dijo la ex estrella de Carolina del Norte Raymond Felton. «Pero eso es parte del asunto, hombre. Yo apoyo [Davis] 100%. Creo que ha hecho un gran trabajo hasta ahora y está lidiando con muchos cambios en el juego de baloncesto con las cosas NIL y luego el portal de transferencias y los niños que simplemente pueden irse cuando quieran si no están contentos».

Cuando Cunningham contrató a Davis, ex estrella de la UNC y entrenador asistente, para reemplazar a Roy Williams en 2021, le dijo que estuviera preparado para adaptarse. Pero no sabía lo que eso implicaría. Entre una inversión multimillonaria en fútbol americano y las conversaciones sobre un nuevo estadio que podría generar más ingresos, el atletismo de la UNC (y el baloncesto masculino de la UNC, por extensión) ha tenido que navegar por todo esto a medida que las reglas que gobiernan los deportes universitarios cambian rápidamente.

Como resultado, Davis y su personal están enfrentando el mayor desafío que enfrenta cada equipo: ¿Cómo se construye un programa ganador y luego se vuelve a hacer un año después, cuando cualquier cosa que no sea una Final Four atrae miradas de reojo y abucheos de los fanáticos?

«Creo que en lo que Carolina ha sido realmente buena durante 50 años es en identificar talentos de élite de la escuela secundaria que se convierten en grandes jugadores universitarios y luego en la NBA», dijo Cunningham. «Y creo que todavía somos muy buenos en eso, pero… también creo que se necesitan algunas transferencias y algunos de los jugadores más veteranos, y creo que se necesita una combinación. Así que creo que el portal de transferencias y NIL han añadido complejidad para que los entrenadores y los gerentes generales digan, ‘OK, ¿cuál es la combinación adecuada para que tengamos éxito y cuál es la combinación adecuada para nosotros en esta institución?'»

DURANTE EL VERANOun joven locutor vio a Wilson, una selección de lotería proyectada en el draft de la NBA de 2026, en el campus.

Y bueno, Wilson hizo el resto.

«No me gusta Duke, no me gusta NC State, no me gusta Wake Forest», dijo Wilson en el clip viral. «Este año les vamos a poner el cinturón a todos. Estoy hablando de cinturón real, brillo, deslumbramiento. Ya sabes qué hora es. Mantente despierto. Tar Heels ganando el maldito juego».

¡Caleb Wilson, estudiante de primer año de la UNC, tiene algunas palabras para Duke, NC State y Wake Forest! 😂 pic.twitter.com/0IgVRtB4i3

– Donté J Harvey (@dontejharvey) 5 de septiembre de 2025

Meses antes de su primer juego, el prospecto de 6 pies 8 pulgadas había lanzado el primer golpe contra los mayores rivales de su escuela. Cuando se le preguntó si se arrepentía de sus comentarios, el recluta número 5 en el SC Next 100 para 2025 duplicó su apuesta.

«No me importó», dijo sobre la reacción. «Honestamente, no soy del tipo de persona que dice ‘dilo y esconde mi cola’. Si lo digo de mi boca, entonces eso es lo que quiero decir. Déjame retroceder cuando entre a la cancha».

Todo gran equipo de Carolina del Norte ha tenido una estrella con la arrogancia que rezuma Wilson. Davis dice que cree en el equipo de esta temporada tanto como cualquiera que haya entrenado en Chapel Hill, en parte gracias a Wilson, quien comprende la presión que conlleva tratar de devolver a los Tar Heels a la cima del deporte, y parece amarlo.

Según todos los indicios, Wilson ha pasado la temporada baja mostrando un dominio en los entrenamientos y prácticas que ha entusiasmado a sus compañeros de equipo sobre lo que se avecina.

«Tenemos un talento increíble y [Wilson]desde que llegó aquí, me ha sorprendido mucho con su habilidad para crear jugadas y lo inteligente que es como jugador», dijo Veesaar, el ex destacado de Arizona. «No pensé que fuera posible saliendo de la escuela secundaria. Sabía que era un atleta extraordinario y un jugador realmente bueno, pero lo que realmente me llamó la atención fue la forma en que realmente puede leer el juego y pasar. Creo que nos ayudará a mejorar nuestro juego».

Por supuesto, Carolina del Norte es más grande que un solo jugador. Pero Wilson está en Chapel Hill para ayudar a la UNC a comenzar un nuevo capítulo y demostrar que Carolina sigue siendo Carolina… y que no está solo. Veesaar era uno de los principales objetivos del portal. Trimble, el único jugador que regresa y que promedió cifras dobles hace una temporada (11,6 puntos por partido), está previsto que tenga una gran temporada. Y Wilson es uno de los tres mejores reclutas de 60 en La clase top 10 de Davis. Esa clasificación no No incluye a Bogavac, que ha jugado profesionalmente en Europa desde que era un adolescente.

Es innegable que la UNC tiene más jugadores con potencial que los productos probados de los últimos años. Davis dice que el grupo de esta temporada es «entrenable». Y este equipo no sufrirá las mismas desventajas físicas que perjudicaron al programa en años anteriores.

El ex agente de la NBA Jim Tanner también fue contratado como gerente general para ayudar al programa a identificar y atraer más jugadores de élite en el futuro.

La prueba definitiva para estos Tar Heels será si pueden avanzar más allá de la primera ronda del torneo de la NCAA después de no haberlo logrado en dos de los últimos tres años. Y con el futuro lugar del programa en el orden jerárquico del baloncesto universitario potencialmente en juego, bloquear el ruido podría resultar más difícil que nunca, especialmente si la turbulencia de marzo pasado se traslada a esta temporada.

«Tienes que aceptar que la gente no te apoya», dijo Trimble. «La gente quiere verte fracasar. La gente te odia. La gente odia las camisetas que te pones y simplemente tienes que aceptarlo, y tienes que salir a la cancha con esa motivación extra, con esa confianza extra sabiendo que quieren verte perder».

Davis, sin embargo, es notoriamente difícil de convencer. Se ha desconectado de Internet y de todo su vitriolo. Si hay dudas, él no les presta atención, dijo.

«No estoy en las redes sociales», dijo Davis. «[I’m] Centrándome en lo que es real y lo que es real es que es mi trabajo, como entrenador en jefe, liderar este programa lo mejor que pueda. Y eso es algo de lo que nada me quitará la atención.

«[The] Otra cosa es que hay altibajos en cualquier cosa que hagas en tu vida. Nunca he visto ni experimentado nada en el que todos los días fueran soleados. Simplemente nunca he experimentado eso, así que si eso no es posible, entonces en esos días lluviosos, tormentosos o nublados, esos son los días para aprender y crecer. Y si lo miras desde esa perspectiva, hay muchos más días soleados que nublados».