Alumnos de la escuela de diseño Elisava emprendieron de la mano de la asociación de vecinos y comerciantes Amics de la Rambla la complicada, ingrata y ardua tarea de dignificar el souvenir de Barcelona. Sin duda un gran reto.
El recuerdo estrella de la ciudad del año pasado fue el falosouvenir, sobretodo imanes, abrebotellas y colgantes con forma de pene, en ocasiones con una muchacha en bikini alegremente abrazada y la leyenda “Barcelona”. Este año, sin embargo, el panorama está más diluido. Aún no despuntó ningún producto estrella y los falorecuerdos se confunden con las camisetas de Pablo Escobar y otras con mensajes groseros en verdad también a la venta en muchas otras urbes del planeta. En estos tiempos hasta la industria del recuerdo local está globalizada.

Los estudiantes que están participando en esta iniciativa
Llibert Teixido
Ante este desolador panorama, el reto de los estudiantes se antoja mayúsculo. Sus profesores explican que el objetivo de esta asignatura no es otro que el de plantear un producto que, además de bonito y esas cosas, tenga viabilidad en el mundo real, compita en este duro mercado y encima guarde alguna relación con Catalunya. Ahí es nada. De manera que los estudiantes se dieron unas cuantas vueltas por los escaparates de la Rambla y sus alrededores, se pusieron en contacto con unos cuantos artesanos de la ciudad y restringieron sus materiales al corcho, el vidrio, el papel y la arcilla.
Los resultados pueden verse estos días en el Museu Marítim . Tenemos El nas de la Mercé , cuatro botellas de formas orgánicas que guardan aromas que recuerdan a esta ciudad, Memory Matters , colección de postales elaboradas artesanalmente con papel reciclado que incorporan materiales relacionados con la historia del lugar, Esmicolar , una cuchara de vidrio pensada específicamente para romper la capa de azúcar caramelizado de la crema catalana… Y así hasta diez propuestas cuya viabilidad obviamente comporta un precio de venta al público de más de un euro la unidad. ¿Puede uno competir en estas condiciones con el faloabrebotellas?
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“Todo esto al final nos lleva a reflexionar con los alumnos sobre el turismo que atraemos –retoman los profesores – y sobre el papel de las administraciones al respecto”. En todo caso, los alumnos y los artesanos con los que trabajaron estarán encantados de colaborar con cualquier comerciante que se interese por sus artículos. Seguro que alguno dio ya los primeros pasos. En la Rambla encontramos algunos vendedores de souvenirs que siempre dicen que están dispuestos a apostar por el recuerdo de calidad. Los estudiantes también reflexionaron sobre el papel de los comerciantes.