El expresidente colombiano recibió una condena por fraude procesal y soborno a testigos. Su defensa apelará el fallo.
En un fallo sin precedentes para la historia política de Colombia, el expresidente Álvaro Uribe fue condenado este viernes a 12 años de prisión domiciliaria por los delitos de fraude procesal y soborno a testigos.
La sentencia fue dictada por la Justicia colombiana luego de un extenso juicio en el que Uribe, quien gobernó entre 2002 y 2010, fue hallado culpable de intentar manipular testimonios para desvirtuar investigaciones judiciales en su contra.
El exmandatario, de 73 años, se declaró inocente y, según confirmó su equipo legal, apelará la resolución. La defensa sostiene que el proceso estuvo motivado políticamente y anticipó que agotará todas las instancias disponibles para revertir la condena.
El juicio comenzó formalmente en febrero de 2025 en Bogotá, y desde entonces acaparó la atención mediática y política en el país. Uribe es una de las figuras más influyentes del escenario colombiano, fundador del partido Centro Democrático y mentor político del expresidente Iván Duque.
La condena representa un hecho sin precedentes para Colombia, al tratarse del primer expresidente en recibir una sentencia penal. El fallo generó un fuerte impacto tanto en el ámbito político como en la opinión pública, y se espera una escalada de reacciones en los próximos días.