La hija le dice que ya no se puede vivir así. Liz reacciona y acciona. Su pareja no puede ni quiere cambiar, entonces expone la separación, medida de abrigo y protección para sus progenitores.
En mayo de 2024 pasado consigue que la justicia de Familia dicte la «expulsión del hogar del denunciado, el padre de sus hijos» por un plazo de 120 días.

Liz es jefa de hogar y debe trabajar todos los días para sostener a su familia. Viaja a Capital Federal y es su hija mayor, Victoria, quien queda a cargo.
Desde hace un año sale de madrugada con gas pimienta en la mano hasta llegar a la parada de colectivo. Avisa que está bien y respira un poco. El 30 de enero radicó la denuncia penal:

El grado o nivel de amenaza no paró nunca, aumentó a partir de la separación. Su ex pareja la amenazó de muerte. El límite que aún no cruza es el que representa su hija mayor quien el pasado día sábado intervino para que su padre no se quite la vida, un momento de altísima tensión en la puerta de la vivienda, lo que representó una violación a la perimetral vigente. Los vecinos /as solo miraron por las ventanas. Nadie interviene. Ellas están solas y solo quieren vivir sin miedo, en paz:
Entrevista completa en Desalambrar Tv: