Latinoamérica enfrenta un nuevo desafío geopolítico que podría cambiar su futuro. Estados Unidos y China buscan controlar una ruta clave para el comercio global, mientras el Reino Unido refuerza su presencia militar en las Malvinas. La creciente disputa por el Estrecho de Magallanes y la Antártida pone en jaque la soberanía de Argentina y Chile, redefiniendo el equilibrio de poder en la región y generando tensiones que podrían escalar rápidamente.
El nuevo escenario geopolítico
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La Antártida y el Cono Sur se han transformado en el foco de las principales potencias. Desde finales de 2024, las visitas de mandatarios como Javier Milei y Gabriel Boric al Continente Blanco reflejan la importancia de la zona. Incluso medios británicos han resaltado la necesidad de adelantarse a Argentina en esta carrera por el control estratégico.
A la disputa se suman Estados Unidos y China, que han puesto la mira en el puerto chileno de Punta Arenas y el Estrecho de Magallanes. Controlar esta ruta marítima se ha convertido en un objetivo clave. Pero ¿qué implicaciones tiene esto para la soberanía argentina y para la estabilidad de América Latina?
La competencia por una ruta estratégica
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Las crisis en el Canal de Suez y el Canal de Panamá han llevado a las potencias a buscar nuevas vías de comercio. En este contexto, Chile aparece como un socio estratégico y un competidor directo de Argentina en el Atlántico Sur.
Estados Unidos y China ven en el Estrecho de Magallanes una oportunidad única para el tránsito de mercancías y la expansión de proyectos energéticos. En particular, el desarrollo del hidrógeno verde en la zona se ha convertido en un activo codiciado. Chile lleva ventaja en este sector, con importantes iniciativas en la costa norte del estrecho, mientras que Argentina trata de impulsar su propio desarrollo en Tierra del Fuego.
Aunque el estrecho pertenece a Chile, hay áreas aledañas bajo jurisdicción argentina. Según el tratado de 1984, la línea que une Punta Dungeness con el cabo del Espíritu Santo marca el límite oriental. Esto significa que las aguas al este son parte del Atlántico bajo dominio argentino, lo que otorga derechos exclusivos de explotación.
Intereses internacionales y el impacto en América Latina
El canal TRT Español ha destacado que «el mundo pone sus ojos en el Estrecho de Magallanes y Punta Arenas», debido a los efectos del cambio climático y las crecientes tensiones comerciales en otras rutas. La competencia entre Estados Unidos y China por esta zona no se limita al tránsito marítimo: el hidrógeno verde se ha convertido en un recurso clave.
Mientras Chile lidera en comercio marítimo y operaciones antárticas desde Punta Arenas, Argentina corre el riesgo de quedar rezagada en este sector estratégico. La falta de infraestructura y desarrollo en energías renovables podría traducirse en la pérdida de oportunidades económicas y políticas en la región.
La militarización británica en las Malvinas
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La presencia militar del Reino Unido en las Malvinas ha escalado a un nuevo nivel con el despliegue del Regimiento Real de Fusileros Gurkhas. Esta unidad lleva a cabo ejercicios de «marinización» para mejorar su capacidad operativa en escenarios marítimos.
La operación cuenta con la participación de la Compañía de Infantería Permanente Rotativa (RIC) y la tripulación del HMS Forth de la Royal Navy. Los Gurkhas han realizado simulacros de incendios, inundaciones y maniobras de desembarco en distintos puntos de las islas.
El objetivo final es claro: la Antártida. Siete países reclaman soberanía sobre sectores del continente, entre ellos Argentina, Australia, Chile, Nueva Zelanda, Francia, Noruega y Reino Unido. Con una extensión de 14 millones de kilómetros cuadrados, la región es un botín codiciado por sus recursos naturales y su potencial estratégico.
Argentina enfrenta un desafío crítico para defender sus intereses en el Atlántico Sur y la Antártida. La presión internacional crece, y el país debe actuar con rapidez para consolidar su posición en una de las regiones más disputadas del mundo, con implicancias directas para toda América Latina.