La VI Conferencia Regional sobre Desarrollo Social, organizada por la CEPAL, el PNUD y el Gobierno de Brasil, reunió entre el 2 y el 4 de septiembre a representantes de toda América Latina y el Caribe. Desde su creación en 2014, este espacio busca fortalecer la cooperación regional en materia de políticas sociales y examinar la pobreza multidimensional, la desigualdad y las brechas estructurales.
La edición de 2025 se convirtió en un llamado a revisar las bases del multilateralismo, cuestionando un modelo que, según los participantes, ha cedido demasiado espacio a consensos mínimos y cálculos diplomáticos sin impacto real.
En este contexto, se puso sobre la mesa la necesidad de un rumbo distinto.
El multilateralismo actual no ofrece respuestas suficientes a la crisis social y ambiental que atraviesa la región
Voces que marcaron la agenda
La ministra de Desarrollo Social de Chile, Javiera Toro, quien ejerce la presidencia de la Conferencia, fue contundente al señalar que no basta con declaraciones bien redactadas mientras los derechos se vulneran, los ecosistemas colapsan y los pueblos son condenados a la precariedad. Defendió un nuevo enfoque con derechos, redistribución y democracia como pilares.
El ministro de Desarrollo de Brasil, Wellington Dias, insistió en que solo la cooperación regional permitirá resultados tangibles para quienes más lo necesitan. “Trabajando juntos, articulando políticas y saberes entre países, se logra impactar en la vida de las personas”, afirmó.
Por su parte, José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la CEPAL, subrayó que los cambios tecnológicos, demográficos y ambientales obligan a replantear paradigmas de desarrollo y llamó a reforzar sistemas de protección social universales y resilientes.
La CEPAL insiste en que la protección social no contributiva es clave para reducir la pobreza y la desigualdad
Una región con brechas profundas
El Panorama Social de América Latina y el Caribe 2024 confirma que los desafíos siguen siendo enormes. En 2023, alrededor de 172 millones de personas vivían en situación de pobreza, lo que equivale al 27,3% de la población. De ellos, 66 millones estaban en pobreza extrema, es decir, un 10,6%. Aunque estas cifras mejoran respecto a los picos de la pandemia, todavía reflejan niveles comparables a los de una década atrás.
La desigualdad también persiste. El índice de Gini se redujo levemente, de 0,471 en 2014 a 0,452 en 2023, sin cambios estructurales de fondo. Además, la pobreza multidimensional cayó del 45,8% en 2008 al 25,4% en 2023, pero con brechas notorias entre territorios, géneros y grupos étnicos.
Indicadores sociales en América Latina
Indicador | Valor 2023 | Evolución |
---|---|---|
Pobreza total | 27,3% (172 millones) | Vuelve a niveles de 2014 |
Pobreza extrema | 10,6% (66 millones) | Ligera reducción post-pandemia |
Índice de Gini | 0,452 | Baja leve desde 2014 (0,471) |
Pobreza multidimensional | 25,4% | Caída sostenida desde 2008 (45,8%) |
El desafío del nuevo multilateralismo
La Conferencia no solo expuso las carencias, sino también la oportunidad de construir un modelo regional más audaz. Los participantes coincidieron en que América Latina tiene experiencia en políticas sociales que pueden ser referencia global, pero necesita mayor coordinación y voluntad política.
Los ministros reclaman un multilateralismo con metas concretas y herramientas eficaces para transformar la realidad social
La VI Conferencia Regional sobre Desarrollo Social deja un mensaje claro: América Latina debe levantar la voz y actuar con audacia. Frente a la persistencia de la pobreza y las desigualdades, el futuro de la región depende de construir un multilateralismo renovado, capaz de garantizar derechos, redistribuir riqueza y consolidar la democracia como base del desarrollo.