Por Bas B. Bakker , Sophia Chen , Dmitry Vasiliev
Cómo la inteligencia artificial puede impulsar la productividad en América Latina
Algunos países corren el riesgo de perderse todos los beneficios económicos de la IA, pero más empleos formales y un mayor acceso digital pueden ayudar.
América Latina y el Caribe ha sido durante mucho tiempo una región con uno de los mercados laborales más informales. Gran parte de la fuerza laboral se encuentra fuera de la economía formal, lo que deja a muchas personas sin acceso a beneficios y protecciones.
Las empresas informales suelen ser pequeñas, tienen acceso limitado a los sistemas financieros y legales, y les cuesta atraer inversiones.
Además, tienen menos probabilidades de adoptar nuevas tecnologías porque carecen del talento y la escala que hacen viable dicha innovación.
Como muestra el Gráfico de la Semana, es probable que menos de la mitad de los empleos de la región se vean fuertemente impactados por la IA.
Esta cifra es inferior a la de economías avanzadas como el Reino Unido o Estados Unidos, y se debe principalmente al gran tamaño del sector informal.
En general, en la región, más de la mitad de los empleos son informales. En algunos países, como Bolivia, Perú y Honduras, la proporción de empleos informales supera los dos tercios, según datos de la Organización Internacional del Trabajo.

La exposición relativamente baja a la IA puede ayudar a la región a evitar disrupciones más inmediatas, pero los países también corren el riesgo de perderse todos los beneficios del crecimiento económico impulsado por la IA, como demostramos en un documento de trabajo reciente.
Entre los empleos expuestos, aproximadamente la mitad, como los del sector sanitario, se beneficiarían de la productividad mejorada por la IA sin sufrir pérdidas significativas de empleos.
Otros, como los empleos en centros de atención telefónica, se enfrentarían a un alto riesgo de desplazamiento.
Incorporar a más personas al trabajo formal ayudará a la región a aprovechar al máximo el potencial de crecimiento de la IA.
La formalización permitiría que más usuarios disfrutaran de los beneficios de la IA y que trabajadores y empresas la impulsaran.
Los países pueden incentivar la transición de empresas relativamente nuevas al sector formal ampliando el acceso a la financiación y simplificando la regulación.
Reducir las cargas regulatorias, como las restricciones a las licencias profesionales, puede reducir los costos de operar en el sector formal.
Ofrecer mejores sistemas de educación, formación y protección social permitirá a los trabajadores adaptarse a una economía impulsada por la IA y garantizar que no se queden atrás.