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Un grupo de países de América Latina y el Caribe se ha aliado con el Grupo de Coordinación Árabe (ACG, por sus siglas en inglés), formado por diez instituciones de desarrollo, y el Fondo para el Desarrollo InternacionaL de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para crear un comité de inversiones que impulse proyectos de infraestructura, transición energética, seguridad alimentaria y digitalización en la región.
El comité, que será presidido por CAF-banco de desarrollo de América Latina y El Caribe, analizará instrumentos como los bonos verdes y los fondos mixtos público-privados, según informó el organismo en un comunicado. Además, facilitará el intercambio de tecnología y conocimiento, y priorizará proyectos resilientes al clima y con impacto social.
El anuncio se ha dado a conocer durante la IV Conferencia de Desarrollo de Naciones Unidas que se celebra en Sevilla. Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF, aseguró que “al fomentar el intercambio de tecnología y talento, ambas regiones pueden acelerar su transición hacia economías más diversificadas y resistentes”. Además, subrayó el valor estratégico del acuerdo para ambas regiones, que deberán superar algunos desafíos clave como la ineficiencia logística y la falta de infraestructura adecuada. “Las inversiones en puertos, centros de almacenamiento y sistemas de transporte por parte de los Fondos Soberanos de los países del Golfo son esenciales para garantizar cadenas de suministro ágiles y resilientes”, ha asegurado.
Por su parte, el presidente del Fondo de la OPEP para el Desarrollo Internacional, Abdulhamid Alkhalifa, dijo que trabajando juntos, ambos bloques pueden asegurar una cooperación entre países del sur que impulse la resiliencia económica y financiera, y moldear el futuro. “América Latina y el Caribe tiene promesas inmensas”, ha asegurado.
Según un informe reciente de CAF, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Kuwait pueden generar beneficios significativos para ambas regiones, basados, entre otras cosas, en las relaciones económicas en sectores tradicionales como la agricultura y la energía.
América Latina, como principal exportador de alimentos, también puede ofrecer soluciones clave para la seguridad alimentaria: en 2022, las importaciones árabes de productos agropecuarios latinoamericanos alcanzaron los 9.500 millones de dólares, lideradas por Argentina y Brasil, que concentran el 80% de este comercio con exportaciones de carne, soja y cereales, según los datos del banco de desarrollo.
Los países del Golfo, por su parte, exportan 1.100 millones de dólares en fertilizantes, esenciales para la productividad. Además, el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita (PIF) planea invertir 15.000 millones de dólares en el sector de energías limpias de Brasil, mientras que una filial de ese fondo se ha aliado con la procesadora brasileña BRF para producir aves en Arabia Saudita, un símbolo de la cooperación económica diversificada.