
Hay lugares que no se eligen: se revelan. Caviahue es uno de ellos, allí, donde el bosque de araucarias esculpe el horizonte y el volcán Copahue exhala su respiración antigua, Esther y Flavio encontraron una historia que va más allá del viaje. Una historia de amor, de renuncia, de reinvención y de escucha profunda hacia la montaña.
Ella, Esther, geóloga española con una mirada entrenada para descifrar lo que la tierra calla. Él, Flavio, nacido en Chubut, hombre inquieto, de esos que sienten el llamado de los paisajes antes de entenderlo racionalmente. Se conocieron en ruta, mochilas al hombro, cuando habían decidido soltar casi todo para recorrer Sudamérica. Pero fue en Caviahue donde la brújula dejó de girar. Donde ambos supieron, sin explicarlo del todo, que ese sería el punto de quiebre.
Cuando llegaron, lo primero que los descolocó fue el silencio. Ese silencio grueso que sostiene el viento, las fumarolas y el rumor del río Agrio. El segundo impacto fue la luz: suave, lechosa, filtrándose entre las araucarias como si el tiempo ahí se moviese en otra velocidad. Y después, el volcán. Ese gigante vivo que humea, conversa, late. “Sentimos una conexión profunda”, cuentan, todavía sorprendidos. Y entonces hicieron lo que se hace cuando algo te elige, se quedaron.

Lo que comenzó como una parada más se convirtió en un plan de vida. Esther profundizó su formación en geoturismo. Flavio dio un giro completo y se certificó como el primer guía de geoturismo habilitado en la provincia de Neuquén. Juntos diseñaron experiencias que mezclan ciencia, interpretación del paisaje, caminatas, emociones y pequeños rituales de montaña. Así nació Geoturismo Caviahue.
Sus salidas tienen un sello inconfundible, grupos reducidos, acompañamiento cercano y una mirada que baja la ciencia al lenguaje del asombro. Caminatas hacia las cascadas del Agrio, ascensos a las laderas del volcán Copahue, travesías nocturnas para escuchar la montaña dormir, recorridos interpretativos donde se explica cómo se formó el relieve, por qué el suelo humea, qué cuentan las rocas, y qué secretos guarda el Hito con Chile.

Todo en cuatro idiomas, español, inglés, francés y portugués, y con una premisa que repiten con convicción: “la experiencia tiene que transformar”.
Geoturismo Caviahue funciona de octubre a mayo, sin cerrar en Navidad ni Año Nuevo.Justamente, brindarán una propuesta especial para vivir la Navidad (25 de diciembre) y comenzar el año (1 de enero) con el ascenso al Volcán Copahue.
Los ascensos comienzan a las 7:30, mientras que las otras travesías inician a partir de las 9, adaptando los horarios según el tipo de salida y las condiciones climáticas.

Se trata de grupos de personas solas, en pareja, familias con hijos y adultos mayores de hasta diez personas. Un dato singular es que el diálogo entre los guías y los participantes se puede establecer en los idiomas español, inglés, francés y portugués, según la procedencia lingüística o requerimiento del cliente.
Esther y Flavio no venden excursiones, comparten una forma de mirar. Y esa es, quizá, la razón por la cual cada visitante baja de la montaña con algo distinto, una pregunta, una certeza, una emoción nueva. Porque cuando la ciencia se cuenta desde el amor, también se convierte en refugio.
Hoy, esa vida que imaginaron viajando existe. Está ahí, entre las fumarolas, el verde oscuro de las araucarias y el cielo que en Caviahue cambia de humor en cuestión de minutos.

Para más información y reservas, contactarse a través del WhatsApp a los números 2281493909 y 2975146809, por Instagram en @geoturismo.caviahue o visitando el sitio www.geoturismocaviahue.com.
Con Información de Neuquén Informa.



