El regreso más esperado ha llegado. Betty la Fea, la telenovela que marcó a generaciones y se convirtió en un verdadero fenómeno mundial, está nuevamente en el centro de atención con el estreno de la segunda parte de su revival en Prime Video: Betty la Fea, la historia continúa.
La recepción ha sido «increíble» y «muy linda», dejando a todo el equipo «súper contento», señala Ana María Orozco en una cálida charla con GENTE. Tras años de expectativa, volver a ver a Beatriz Aurora Pinzón Solano en pantalla ha sido «un gran desafío», admite la actriz colombiana, quien este último tiempo ha explorado una nueva faceta del icónico personaje latino de la pantalla chica.
Hoy se puede ver a una Betty madura, de 50 años, con una hija grande. Una exploración que la propia Ana María describe como «mucho más rica» y con «más recursos, más experiencia» para abordar las complejidades del mundo actual.
Un viaje a la nueva esencia de Betty la fea
Ana María Orozco confiesa que volver fue «un gran desafío» y que existían «miedos» sobre cómo sería recibida esta nueva etapa de la historia, especialmente al traerla en un formato diferente, de serie corta y capítulos de media hora. Sin embargo, la recepción ha sido «increíble» y «muy linda», dejando a todo el equipo «super contentos» con el trabajo realizado.
Sobre el vínculo familiar del elenco de Betty la Fea, la intérprete colombiana indica que volver al set y reencontrarse con el elenco fue «muy emocionante». Aunque aclara que después de aquel fenómeno televisivo de los 2000, el equipo, al que considera «casi como una familia», volvió a reunirse para Betty teatro entre 2017 y 2019, realizando dos temporadas y una pequeña gira. Y destaca lo «divertido, lindo y estimulante» que es trabajar con ellos, donde hay «magia» y espacio para improvisar.
Reflexionando sobre el impacto actual en la era de las redes, Ana María siente que hoy el contacto con los fans es «más directo» y «muy gratificante», algo que no existía en la época en que estrenó Betty la Fea. Aunque cree que el «boom» de la primera entrega fue «demasiado grande» y hubiera sido «mucho más fuerte».
«Betty con los años se convirtió en un clásico y las redes tuvieron en parte crédito. Todos estos memes divertidísimos que yo también comparto y que me encantan, es como que terminaron de darle vida propia», analiza Orozco.
En cuanto a cómo marcó Betty en su carrera, la interprete reconoce que el personaje fue «intenso» y «acapara mucho», lo que en un momento la llevó a querer «alejarse» para explorar otras búsquedas como actriz. Sin embargo, ahora, con el paso del tiempo, se queda «con lo mejor» que le ha dado y le sigue dando.
«No me gusta verlo como algo negativo, pero por supuesto que fue intenso. Durante un tiempo sí quería como alejarme, y lo necesitaba, para seguir con mi búsqueda como actriz, haciendo otras cosas que por suerte pude hacer, pero por supuesto que pelear contra este fenómeno que fue Beatriz Pinzón no tenía sentido. Con los años aprendí a dejar que siga su curso y que no es algo con lo que tenga que estar compitiendo. Soy consciente que Betty es uno de esos fenómenos que no siempre sucede», explica.
Tras ser consultada sobre cuánto de Ana María mamá hay en esta nueva Betty, la intérprete afirma que Betty y ella son «realmente diferentes», aunque admite que pueden surgir en el personaje aspectos de sus propios «miedos que tiene uno de mamá», como el «cuidado o la sobreprotección de un hijo».
«Betty y yo realmente somos diferentes y Betty ejecutiva, ni hablar. Ella es como una mujer muy práctica en cierto sentido. Ahora, en esta nueva faceta del personaje, creo que hay cosas de pronto mías en cuanto a los cuidados o los miedos que tiene uno como mamá. La sobreprotección un poquito y eso de dónde estás, ese tipo de cosas que nos salen a las mamás o los padres», cuenta Ana María Orozco, quien es madre de dos señoritas: Lucrecia y Mía Quaglia.
