El allanamiento de una veterinaria del centro de la ciudad de Posadas destapó este miércoles un caso de maltrato, crueldad y tráfico de especies exóticas en Misiones. En el operativo, Gendarmería encontró más de 100 animales en condiciones de hacinamiento, entre ellos: monos titi, lagartos overos, serpientes y tortugas acuáticas. Además, dieron con varios ejemplares muertos dentro de un freezer.
El procedimiento se realizó luego de la presentación judicial de una ONG ambientalista, que denunció que en la veterinaria Amazonas, ubicada en Colón al 2100 de la capital misionera, ocurrían casos infracción a las leyes de Maltrato y Actos de Crueldad Animal y de Conservación de la Fauna Silvestre. Debido a eso, la Justicia provincial tomó intervención y, tras investigar el caso, ordenó allanar el comercio.

Según fuentes oficiales, en el lugar había más de cien animales «en cautiverio y malas condiciones». Entre las especies exóticas que tenía el comercio se encontraron monos tití, serpientes, lagartos overos y tortugas acuáticas.
Sin embargo, el hallazgo más sorprendente fue el de 14 animales muertos que la veterinaria conservaba congelados dentro de un freezer, entre ellos cobayos, tortugas e iguanas.
Los investigadores descubrieron, además, que el lugar tenía habilitaciones del Ministerio de Ecología vencidas o anuladas y que contaba con espacios destinados a la cría y reproducción de animales que tampoco estaban en regla.

Actualmente, el caso tramita ante el Juzgado de Instrucción de la Primera Circunscripción Judicial, a cargo del juez Juan Manuel Monte, quien dispuso el secuestro de los elementos encontrados en el comercio y el resguardo de los reptiles y mamíferos.
En el operativo participó también personal del Servicio de Protección Ambiental de la Jefatura de la Región VI y la Dirección de Defensa del Ambiente y Delitos Rurales de la Policía de la Provincia de Misiones y el Ministerio de Ecología.
La palabra de uno de los ambientalistas que denunció
Fernando Piesco es el titular del Centro de Rescate de Fauna Silvestre Ohana, la organización que realizó la denuncia a partir de la cual inició la investigación que dio origen al allanamiento de la veterinaria. Este jueves brindó detalles del caso en durante una entrevista radial.
En comunicación con radioActiva, el ambientalista contó que en el comercio se encontraron “iguanas provenientes de Brasil; tortugas carbonarias en peligro de extinción; lagartos autóctonos; reptiles exóticos» e incluso «serpientes autóctonas venenosas”. Y, detalló, ninguno de los animales contaba con la documentación que acreditara su legítima procedencia.

“Fue un operativo que se venía gestando desde hace más de dos años. La Gendarmería Nacional hizo un trabajo magnífico, pero lo que nos encontramos nos llenó de profundo dolor. Fue muchísimo más de lo que podíamos esperar”, explicó Piesco.
Durante la entrevista, el referente de Ohana (palabra que significa familia) también contó que el dueño del local habría dicho que contaba con autorización del Ministerio de Ecología para tener a los animales que encontraron este miércoles.
“Ese argumento se cae por su propio peso. No existe permiso para tener un yacaré en una veterinaria o una yarará dentro de una pecera. Y si llegara a existir, vamos a pedir la declinación inmediata de ese permiso. Un animal silvestre no puede estar encerrado, mucho menos en un comercio”, sostuvo Piesco.