Anna Kournikova, reconocida extenista rusa y esposa del cantante español Enrique Iglesias, fue fotografiada recientemente en el exclusivo centro comercial Bal Harbour, ubicado en Miami, Florida, tras dos años alejada de la vida pública.
Sin embargo, lejos de alegrar a los fieles seguidores de la extenista o del cantante español, la reaparición de Kournikova generó preocupación e hizo saltar las alarmas por su estado estado de salud: se desplazaba en silla de ruedas y llevaba una bota ortopédica.
Luego de mantener un bajo perfil y alejarse por años de la exposición pública, en las recientes imágenes se la ve acompañada por dos de sus hijos, Lucy, de 7 años; y Mary, de 5 años.
La reaparición de Anna Kournikova
La reciente aparición de Anna Kournikova en silla de ruedas despertó interrogantes sobre su estado de salud actual. Según las imágenes difundidas, la extenista llevaba una bota ortopédica, lo que sugiere que podría estar enfrentando algún tipo de lesión o problema físico.
Si bien no se han ofrecido detalles adicionales sobre las circunstancias que la llevaron a utilizar este dispositivo de apoyo. Esta es la primera vez en dos años que la extenista rusa es vista en público, lo que añade un elemento de sorpresa a su reaparición.
Cabe recordar que en su momento, Anna Kournikova fue una de las deportistas mejor pagas del mundo gracias a contratos publicitarios y patrocinios. Sin embargo, se retiró del tenis en 2003 a los 22 años debido a lesiones en su espalda.
Poco después de dejar el tenis y su supuesta boda con Enrique Iglesias, la deportista rusa fue desapareciendo poco a poco del foco mediático hasta el punto de haber permanecido más de 24 meses fuera del radar del público y la prensa.
La historia de amor de Enrique Iglesias y y Anna Kournikova que comenzó hace más 20 años
Enrique Iglesias ha tenido que lidiar con la atención del público, primero gracias a la carrera de su padre, Julio Iglesias, y después debido a su propio éxito en el mundo de la música. Pero algo que pudo mantener en privado fue su vida amorosa, sobre todo su relación con Anna Kournikova, con quien lleva más de 20 años en pareja.
Antes de conocerse, tanto Enrique como Anna estaban muy enfocados en sus carreras. Él, había logrado captar la atención de todo el mundo con sus baladas que se convirtieron en rotundos hits. Por su parte, Kournikova era una tenista rusa que estaba dando de que hablar ya que estaba entre las mejores en el ranking mundial de la categoría juvenil.
Debido a sus exitosas y alejadas profesiones, parecía que sus caminos nunca iban a cruzarse, hasta que lo hicieron. Esto ocurrió en 2001, cuando Anna fue invitada a interpretar el interés amoroso de Enrique en el videoclip de la canción Escape.
Al parecer fue amor a primera vista, que entre grabación y grabación fue creciendo. La pareja estuvo saliendo a escondidas por un tiempo hasta que hizo oficial su romance en los premios MTV donde se presentaron juntos por primera vez.
A partir de esa primera aparición pública, comenzaron a conocerse más fotos de ellos disfrutando de románticas salidas, abrazados y a los besos. Pero lo cierto es que siempre mantuvieron su relación muy privada, sin contar ningún detalle a la prensa, por lo que su vida amorosa era una incógnita para todos.
Algo que nunca pudo confirmarse es si la pareja contrajo matrimonio en algún punto de su relación. Los primeros rumores de una posible unión entre los dos se dio cuando se conoció la noticia de una supuesta boda celebrada en México, que al tiempo fue desmentida. En 2006, volvieron las sospechas cuando se la vio a Anna con un anillo bastante particular en su mano, pero esto tampoco fue confirmado.
Con una vida de pareja totalmente hermética, en 2017, recibieron a los mellizos Nicholas y Lucy. Tanto los fanáticos como los medios se enteraron del nacimiento de los niños cuando la pareja publicó una foto de ellos un mes después. Para 2020, tuvieron a su tercera hija, Mary, y al igual que sus hermanos, la noticia de su llegada fue una sorpresa para todos.
Actualmente, la familia se encuentra viviendo en Miami, en una mansión valuada en 20 millones de dólares y ubicada en el exclusivo barrio de Bay Point.
