La semana pasada, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la inflación de julio continuó en ascenso y, lejos de desacelerar, creció 1,9 por ciento. Pero a esto se suma que el impacto de los precios en los bolsillos es aún mayor a lo informado, principalmente, por los constantes aumentos de los servicios básicos.
Además, algunos alimentos impulsaron el promedio inflacionario, siendo el kilo de lechuga el que registró el mayor incremento, con 15 por ciento. Le siguió el kilo de bananas, con una suba de 9,9 por ciento. Considerando que las frutas y las verduras encabezaron el alza de las comidas en julio, el Mercado Central es una alternativa importante de compra para los matanceros.
Por ejemplo, Emanuel, un vecino de San Justo que se acercó al lugar, expresó a Radio Universidad que “no hubo grandes aumentos en el último mes”, pero que, de todos modos, prefiere aprovechar las ofertas del Mercado Central. “Si se compra para el hogar, conviene venir en un auto entre varios, porque puede ser caro y dificultoso acercarse”, señaló.
Por su parte, Angélica, una jubilada, indicó: “No sé si es que los alimentos aumentaron tanto de precio, pero el problema es que la plata no alcanza”. “Llega el 15 de cada mes y no tengo más jubilación. Y yo no alquilo, imagínate los jubilados que no son propietarios. Entre el alquiler y los remedios, directamente, pasan a ser indigentes”, aseguró.
- Dos kilos de manzanas: 3.000 pesos.
- Dos kilos de mandarina: 3.000 pesos.
- Unidad de puerro: 2.000 pesos.
- Dos kilos de banana: 3.000 pesos.
- Cuatro kilos de rúcula: 1.000 pesos.
- Dos kilos de tomate perita: 3.000 pesos.
- Medio kilo de tomate cherry: 1.500 pesos.
- Dos kilos de morrón: 5.500 pesos.
- Kilo de morrón verde: 2.000 pesos.
- Dos kilos de zapallito: 3.000 pesos.
- Dos kilos de cebolla: 1.000 pesos.
- Cuatro atados de radicheta: 1.000 pesos.
- Tres kilos de espinada: 2.000 pesos.
- Tres kilos de papa blanca: 1.500 pesos.
- Bolsa de papa de 18 kilos: 5.000 pesos.





