A sus 87 años, Anthony Hopkins sorprendió a sus seguidores y se viralizó en redes tras revivir a Hannibal Lecter para dedicarle un mensaje a una de las Kardashian: “No tengas miedo de venir a comer, Kim”.
Esta vez no fue en la pantalla grande, sino en su cuenta de Instagram, @anthonyhopkins, donde sorprendió a millones al probarse la nueva faja facial de SKIMS, el polémico lanzamiento de la marca de Kim Kardashian que promete “esculpir” el rostro mientras dormís.
Hannibal Lecter “prueba” el último invento de SKIMS
Con la icónica voz de psicópata y su inquietante sonrisa, Hopkins aseguró sentirse “10 años más joven” y, en tono de humor negro, invitó a Kardashian a cenar.

Pero tras la risa y el sarcasmo, quedó expuesta una pregunta incómoda: ¿hasta dónde pueden llegar las tendencias de belleza para vender inseguridades como si fueran cuidados personales?
El video, que ya supera el millón de likes, convirtió una tendencia de belleza cuestionada en una escena digna de un thriller, dejando claro que, a veces, las tendencias de belleza rozan lo absurdo y lo terrorífico al mismo tiempo.
El producto que promete “moldear” tu cara mientras duermes
La Face Wrap, que se vendió por 48 dólares y se agotó en menos de 24 horas, es descrita por SKIMS como “una banda facial imprescindible con tejido moldeador y hilos de colágeno para soporte ultra suave de la mandíbula”.
En otras palabras: una cinta que te envuelve la cara mientras duermes con la promesa implícita de amanecer con un contorno más definido.

Sin embargo, ni siquiera la propia marca explica qué resultados concretos se pueden obtener, y expertos médicos advierten que el efecto es como mucho temporal y, en el peor de los casos, puede irritar la piel o afectar la circulación.
La idea recuerda a los vendajes postoperatorios tras un lifting, pero en versión “glamour” para usar cada noche, como si dormir naturalmente ya no fuera suficiente.
La obsesión por “optimizar” hasta el sueño
Este producto no surge de la nada, sino que forma parte del fenómeno de los videos bajo el término «morning shed» en TikTok, donde personas muestran cómo se van retirando mascarillas, cintas y tintes tras dormir horas envueltas en productos “milagrosos”.

La lógica detrás es inquietante: cuanto más fea y limitada te veas mientras duermes, más perfecta deberías amanecer al día siguiente.
Especialistas en salud mental y estética advierten que este tipo de procesos, lejos de empoderar, refuerzan la idea de que el cuerpo, y ahora también el rostro, debe ser optimizado y corregido incluso mientras descansas.

Que Hopkins haya convertido la tendencia en un sketch de humor negro no es casualidad.
En el cruce entre la cultura influencer, la presión estética y un poco de terror cinematográfico, la belleza dejó de ser un ideal para convertirse en una parodia.