¿Anthony Hopkins interpretando el mismo papel en el que vimos a Dady Brieva, con el exMidachi premonitoriamente pelado? Sí, eso sucede en Encerrado, el thriller agobiante y algo perverso que ahora produjo Sam Raimi, sobre el guion original de 4×4 (2019), la película de Mariano Cohn.
La historia, la trama de Encerrado la conocemos si ya vimos 4×4, pero para quienes se perdieron la primera película dirigida en solitario de uno de los dos directores de El ciudadano ilustre y Competencia oficial vaya un breve racconto.
¿De 4×4, o de Encerrado? Porque no son lo mismo, aunque en la esencia sean como primos hermanos…
De «It» a «4×4»
Vayamos a la que se estrena ahora. Eddie (Bill Skarsgård, el actor que fue Pennywise en It, en lugar de nuestro Peter Lanzani) es el tipo acuciado por deudas que se mete en el auto equivocado para robar. Eddie es un delincuente, sí, pero de buen corazón. Tiene una hija, a la que nunca llega a tiempo a retirarla de la escuela (Lanzani era padre de un hijo).

Lo que no se imagina Eddie es que quedará atrapado en esa camioneta de lujo insonorizada, una SUV automática sin posibilidades de escapar. Su dueño, que también es un médico especializado en obstetricia, aquí se llama William y tiene la voz de villano psicópata de Anthony Hopkins.
¿Por qué decimos la voz? Porque nos enteramos de su existencia cuando aparece primero desde el teléfono del auto. William insiste, e insiste, e insiste llamando hasta que su presa/víctima lo atiende.
¿Qué le dice? Lo mismo que le decía le personaje de Dady Brieva a Lanzani. Que está harto de que le roben el auto, que tiene una enfermedad terminal y que bueno, llegó la hora de que él, Eddie, pague por delincuente cuando la policía y la Justicia suelen dejar libres a los ladrones.

La justicia por mano propia
El tema de la justicia por mano propia es el mismo. Solo que Encerrado irá llevando en su adaptación las cosas hacia otro andarivel.
Encerrado es, por un lado, más “abierta” que 4×4. La introducción y presentación de Eddie es más larga, pasan muchas cosas fuera el auto, y el auto no queda estacionado siempre allí. Hay muchas escenas casi calcadas: William lo tortura psicológica y físicamente con el aire acondicionado, descargas eléctricas en los asientos -y hasta con música de polka (!)-, y lo premia con alguna golosina; Eddie comprueba que los vidrios polarizados son a prueba de bala, cuando desesperado le dispara y la bala termina rebotándole e hiriéndole a él; se bebe su pis cuando se queda sin líquido; se lastima, y si no tiene la camiseta alternativa de Boca (en esa época era rosa), tiene un buzo de ese color.

Hopkins y Brieva: parecidos, pero diferentes
Las diferencias llegan en la última hora, que es bastante distinta (y sin spoilear, el desenlace plantea lo contrario al filme escrito por Cohn y Gastón Duprat).
Claro que hay mucho diálogo, hasta disquisiciones filosóficas. Eddie no es ningún bobo ni un ignorante, se plantean cuestiones del Socialismo y más, hasta se menciona a Dostoievski.

Como thriller, atrapa; como filme que ambiciona contraponer cuestiones morales, ahí el filme de David Yarovesky (Brightburn: Hijo de la oscuridad) flaquea un poco.
¿Hay que comparar a Skarsgård con Lanzani y a Hopkins con Brieva? Los personajes son muy parecidos, en sus decisiones y sus puntos de vida frente a la vida, y no puede decirse que el resultado de las interpretaciones sea atípico. Sí lo era Brieva en ese papel sin morisquetas, pero Hopkins nos tiene acostumbrados desde Hannibal Lecter a ser un villano perfecto.
“Encerrado”
Buena
Thriller. Estados Unidos, 2025. Título original: “Locked”. 95’, SAM 16. De: David Yarovesky. Con: Bill Skarsgård, Anthony Hopkins, Ashley Cartwright, Michael Eklund. Salas: Cinemark Palermo, Hoyts Abasto y Unicenter, Cinépolis Recoleta y Pilar, Showcase Belgrano y Norcenter.