Se jugaba el segundo cuarto del cuarto partido de la serie, pero el juego se detuvo porque se cortó la luz en el gimnasio Juan Francisco Canil. Minutos después, se reanudó.
Foto: Estefanía Leal
Redacción El País
Con la chance de convertirse en el primer finalista y eliminar nada menos que al último campeón, Malvín recibió este jueves a Aguada para jugar el cuarto partido de la serie semifinal por los Playoffs de la Liga Uruguaya de Básquetbol.
Un partido con mucho en juego y que ningún fanático del básquet se quiso perder, pero que empezó con una sucesión de inconvenientes que puso sobre la mesa la posibilidad de suspenderlo.
Primero por los altos niveles de humedad en el gimnasio Juan Francisco Canil, donde no hay ningún ventilador para contrarrestarla y ocasionó varios resbalones de los jugadores desde que comenzó a picar la pelota. Pero no hubo quejas de ningún lado y el partido continuó sin mayores problemas.
Sin embargo, al comienzo del segundo cuarto (cuando quedaban 8:10 en el reloj) y en plena penetración de Lucas Capalbo que se cortó la luz en la cancha, aunque no así en el resto del Club Malvín.
Foto: Estefanía Leal
El apagón duró unos tres minutos, donde creció la incertidumbre sobre la continuidad o no del partido, pero al rato volvió para que pueda continuar. No sin antes demorarse unos cinco minutos más por un desperfecto en uno de los relojes, que luego del corte no podían volver a hacerlo funcionar.
En ese lapso, el árbitro Andrés Bartel habló en la transmisión televisiva y explicó lo que estaba pasando, aunque él mismo tampoco lo tenía demasiado claro: «Absolutamente nada (me dicen los delegados de Malvín sobre lo que está pasando). Si no llamaba al inspector, nos quedábamos acá hasta las 12 de la noche».
Luego habló sobre el estado de la cancha, húmeda en algunos sectores: «La cancha no está óptima, pero no he recibido quejas de ningún jugador o de cualquiera de los dos equipos. Por el momento seguimos».
El partido se reanudó, pero a los pocos segundos volvió a interrumpirse por una serie de resbalones de jugadores de ambos equipos. Ante la peligrosa situación para la integridad física de los propios protagonistas, los árbitros (Bartel, Julio Dutra y Diego Ortiz) llamaron a los capitanes de ambos equipos (Lucas Capalbo y Juan Santiso), quienes definieron seguir jugando a pesar de las condiciones.
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