Es la segunda vez en poco más de una semana que las posturas entre la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Argentina maridan, paradójicamente pocos días después de que el presidente Javier Milei decidiera ir tras los pasos de Donald Trump y abandonar el organismo sanitario global.
El primer episodio se dio cuando el ministro de Salud, Mario Lugones, decidió citar como autoridad a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para respaldar sus dichos sobre la importancia de la vacunación contra el sarampión en pleno brote. Ahora, el mismo organismo respaldó con una postura explícita sobre el tema el proyecto estratégico del Gobierno de crear una agencia de tecnologías sanitarias.
Esa agencia será la que evalúe qué medicamentos de alto costo deben ser aprobados en el país, en función de la ecuación costo efectividad.
Como se sabe, la OPS es la filial regional de la OMS. En su portal de Internet, el organismo acaba de publicar una reseña de la primera jornada del 16° Encuentro de la Red de Tecnologías en Salud de las Américas (RedETSA), que se realiza en la Ciudad de Buenos Aires. Participan representantes de 38 instituciones de evaluación de tecnologías sanitarias de 19 países de América Latina y el Caribe.
En Argentina, el Gobierno ya anunció a fines de marzo la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Financiamiento de Tecnologías Sanitarias (Anefits), aunque todavía no se conocen los detalles de cómo funcionará el organismo, que para entrar en funciones requiere que aquel anuncio quede plasmado en el Boletín Oficial.

El tema ha sido eje, desde su inicio, de una controversia entre el Gobierno y la industria farmacéutica, que oportunamente se pronunció y especialmente desde los laboratorios extranjeros se planteó una serie de alertas a la espera de que quede más claro cómo la Anefits será gestionada.
Mientras tanto, Lugones fue el anfitrión este viernes en la reunión de la RedETSA y volvió a plantear su posición sobre el tema, palabras que luego recibieron el apoyo expreso de dos representantes de la OPS que participaron del encuentro.
El ministro argentino dijo que “la evaluación de las tecnologías sanitarias es una herramienta indispensable para gestionar con honestidad, ordenar las decisiones, mejorar la calidad de la atención y garantizar el acceso a las nuevas tecnologías de manera sostenible y equitativa para todos los ciudadanos”.
Agregó: “Si financiamos tecnologías ineficaces, si destinamos recursos a intervenciones que no aportan valor, lo que hacemos es excluir a quienes sí necesitan y pueden beneficiarse de tratamientos adecuados”.
El comunicado que, por su parte, emitió el Ministerio de Salud sobre el tema, acota que en ese marco “el titular de la cartera sanitaria compartió también los avances que el Gobierno nacional viene realizando y destacó la creación del Procedimiento de Mediación Prejudicial en Materia de Salud, para subrayar que estos conflictos entre los usuarios y las entidades sanitarias «muchas veces se originan en la incorporación de tecnologías sin evidencia suficiente, sin análisis de pertinencia o sin considerar su impacto sanitario real”.

El respaldo desde la OPS
La representante de OPS en Argentina, Eva Jané Llopis, expresó por su parte que “la innovación y desarrollo de nuevas tecnologías han abierto nuevas oportunidades terapéuticas. Sin embargo, en ocasiones estas tecnologías no conducen a mejoras terapéuticas clínicamente significativas en relación con aquellas ya incorporadas a los sistemas de salud, lo que genera una paradoja”.
La funcionaria añadió que las evaluaciones de tecnologías sanitarias “son una herramienta metodológica e institucional que puede contribuir a balancear el acceso, la equidad y sostenibilidad con el fin de enfrentar el desafío de construir sistemas de salud de cobertura universal que permitan garantizar una adecuada protección financiera”.
Judit Rius Sanjuan, directora del Departo de Innovación, Acceso a Medicamentos y Tecnologías Sanitarias (IMT) de la OPS, destacó la relevancia de la evaluación de tecnologías basadas en evidencia científica y técnica y el trabajo de los integrantes de la RedETSA en el fortalecimiento del acceso a tecnologías sanitarias.
“Ampliar el acceso a las tecnologías de la salud es un desafío global significativo que afecta a todos los países de manera sistémica, y se agrava en nuestra región por el alto impacto en los gastos de bolsillo y los presupuestos públicos, así como por marcadas disparidades socioeconómicas. En este contexto, el trabajo de los miembros de RedETSA para que la ciencia, los datos y la evidencia en salud sean el eje en la toma de decisiones en la salud pública es hoy aún más importante”, aseguró.
PS