El economista Gerardo Alonso Schwarz, de la Fundación Mediterránea, analizó en diálogo con MisionesCuatro el impacto regional que podrían tener los nuevos aranceles que Estados Unidos aplicará a productos brasileños desde el próximo 1 de agosto. Según el especialista, la medida representa tanto una oportunidad comercial para la Argentina como un desafío por la mayor competencia de productos brasileños en el mercado local.

“Estados Unidos busca que los productos sean fabricados por empresas norteamericanas dentro de su país. Como las compañías no podrán adaptarse de inmediato, lo que antes se compraba a Brasil deberá adquirirse a otros mercados”, explicó Alonso Schwarz.
El comercio entre Brasil y Estados Unidos ronda los 40.000 millones de dólares, mientras que Argentina exporta a ese destino apenas 6.000 millones. En ese contexto, las tarifas más bajas de Argentina –cercanas al 10%– podrían convertirla en una alternativa comercial atractiva, señaló el economista.
Sin embargo, advirtió que la situación tiene una contracara: “Los productos brasileños que no entren a Estados Unidos buscarán nuevos mercados, y eso puede presionar a los sectores argentinos donde somos importadores”, sostuvo.
Inflación y dólar: estabilidad con ancla fiscal
Alonso Schwarz también analizó el dato de inflación de junio, que fue del 1,6%, y consideró que el índice es metodológicamente confiable y aceptado por organismos técnicos. Además, remarcó que en zonas fronterizas como Misiones o Mendoza, la inflación fue incluso más baja: “1,1% en las regiones más integradas con fronteras y 1% en Mendoza”.
En cuanto a la evolución del dólar, opinó que no hay indicios de una devaluación abrupta: “Mientras se mantenga el ancla del superávit fiscal, es difícil que se genere una estampida. Están ingresando divisas, el sector exportador está liquidando y hay inversiones”, dijo.
Sobre la canasta de consumo, destacó que los productos transables –que pueden exportarse– representan el 50% del total, y que en algunos rubros como vestimenta y calzado hubo bajas de precios. También subrayó que alimentos y bebidas no mostraron aumentos por estacionalidad.
Por último, señaló una deuda pendiente en la medición oficial: “El único servicio excluido de la inflación es el alquiler, y es una variable clave que debería incorporarse”.