En un ambicioso movimiento que refuerza su compromiso con la sostenibilidad y la eficiencia energética, la multinacional Arauco anunció una inversión de 200 millones de dólares para modernizar su planta de celulosa en Misiones, Argentina. Este plan, que incluye la instalación de un turbogenerador de biomasa con una capacidad de 39 megavatios, marcará un hito en la industria forestal y energética del país.
El proyecto, que se lleva a cabo en Puerto Esperanza, en el departamento de Iguazú, contempla mejoras tecnológicas y de infraestructura para optimizar el rendimiento de la planta y prolongar su vida útil. De esta inversión total, 100 millones de dólares estarán destinados exclusivamente a la instalación del nuevo turbogenerador.
Un salto hacia la autogeneración energética
El corazón de esta transformación será el nuevo turbogenerador, que utilizará biomasa forestal como fuente de energía. Esto permitirá a la planta autoabastecerse, reduciendo su dependencia de la red eléctrica nacional y liberando capacidad para otros usuarios en la provincia de Misiones.
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“De este modo, la Planta de Celulosa de Puerto Esperanza pasa a autoabastecerse con generación propia, liberando parte de la demanda que antes requería de la red nacional y, por ende, generando una mayor disponibilidad de energía para la provincia de Misiones”, destacaron desde la compañía.
La Secretaría de Energía de la Nación ya autorizó a Arauco Argentina a cambiar su categoría en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), pasando de Gran Usuario a Autogenerador. Este paso regulatorio clave, formalizado mediante la resolución 86/2025 del Ministerio de Economía, allana el camino para que la empresa pueda poner en marcha su nuevo sistema energético de manera eficiente y sin trabas administrativas.
Más eficiencia, menos emisiones
Pablo Ruival, gerente de Arauco Argentina, celebró este avance destacando su impacto en la competitividad y la sustentabilidad de la compañía: “Estamos muy orgullosos de este paso, que se enmarca en nuestro plan de inversiones para actualizar la Planta de Celulosa y extender su vida útil, otorgándole competitividad”, afirmó en declaraciones al medio Misiones Online.
Además, resaltó los beneficios ambientales del proyecto: “La puesta en marcha de este nuevo generador aportará mayor eficiencia energética, una disminución de emisiones de CO₂ y mayor confiabilidad operativa”.
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El cuidado del medio ambiente es un eje central en la estrategia de Arauco, y este nuevo hito refuerza su compromiso con la sustentabilidad. “El cuidado del ambiente es un eje absolutamente central en la gestión de Arauco en todos los países y, en particular, en la Argentina. Seguimos apostando al país y especialmente a la provincia de Misiones”, agregó Ruival.
Un proyecto con respaldo oficial
El plan de modernización de Arauco ya cuenta con la aprobación del estudio de impacto ambiental, otorgada por el Ministerio de Ecología de Misiones. A su vez, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (CAMMESA) confirmó que la empresa cumple con todos los requisitos técnicos y administrativos para su incorporación como Autogenerador en el sistema eléctrico nacional.
Este respaldo normativo garantiza que el proyecto podrá desarrollarse sin obstáculos, consolidando a Arauco como un actor clave en la transición energética del país. Con esta inversión, la compañía no solo refuerza su competitividad, sino que también contribuye a la diversificación de la matriz energética argentina con una fuente renovable y sostenible.
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Energía limpia para el futuro
La instalación del turbogenerador en Puerto Esperanza representa un paso firme hacia una industria más eficiente y respetuosa con el medio ambiente. Al reducir la presión sobre la red eléctrica y disminuir su huella de carbono, Arauco sienta un precedente en la integración de energías renovables en el sector forestal.
Con esta apuesta estratégica, la provincia de Misiones se posiciona como un referente en la transición energética, promoviendo el uso responsable de los recursos naturales y el desarrollo sustentable de su industria.
La inversión de Arauco es una muestra clara de que la bioeconomía y la innovación pueden ir de la mano, impulsando el crecimiento sin comprometer el futuro del planeta.
