Por Pablo Kornblum
Las declaraciones del futuro embajador de Estados Unidos en Argentina, Peter Lamelas, podrían haber sido más mesuradas y tener otras formas, pero no es más que lo que haría cualquier embajador en cualquier país, esto es defender los intereses de su país. Creo que se pone el enojo de gran parte de la sociedad sobre lo que dijo el embajador, pero, simplemente, defiende los intereses de su país.
En realidad, lo interesante es ver qué dicen y cómo se posicionan los dirigentes de nuestro país ante estas declaraciones, que podrían sonar o sentirse como injerencia de un tercero en los asuntos internos del país.
Es importante ver cómo se posicionan otros países de la región ante declaraciones como éstas. Por ejemplo, Brasil, hace poco, tuvo un caso similar en el que Estados Unidos aumentó los aranceles un 50 por ciento de un día para el otro. Y el presidente, Lula Da Silva, dijo que no se iba a amedrentar ante esta decisión y que iba a tomar una postura similar. Lo importante es ver la postura del país ante el avasallamiento de una de las principales potencias del mundo.
China y las formas
En el caso de China en el mundo, cuando entra a un país con inversiones o comercio, no ataca a los Estados Unidos o a otros estados europeos, solo pone condicionamientos, que, para muchos países, pueden ser favorables. Uno de estos condicionamientos es que no se tenga injerencia en los asuntos internos.
China ha tenido un proceso de expansión internacional en términos de inversiones, sobre todo, en áreas estratégicas y en lo extractivo. Y hace negocios e inversiones en Argentina, en América Latina y en África.
Por el contrario, en vez de hacer una competencia leal y sin inmiscuirse internamente de forma descarada, Estados Unidos se quiere meter de otra forma. Pero el tema es cómo nos posicionamos como país. Esto por este caso, pero puede ser por cualquier otro.
*Economista y magister en Relaciones Internacionales.