La decisión fue firmada por el canciller Werthein y anunciada en la Asamblea Mundial de la Salud. Expertos alertan por el impacto en vacunas, cooperación internacional y aislamiento del país en foros globales.
Argentina formalizó su salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS), generando un fuerte impacto en el ámbito sanitario internacional. La decisión fue comunicada por el canciller Gerardo Werthein mediante una nota enviada el 25 de febrero y revelada públicamente este miércoles durante la 78° Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra.
El retiro, impulsado por el gobierno de Javier Milei, representa un hecho inédito para la OMS, ya que no existe un mecanismo específico en su tratado constitutivo para aceptar la renuncia de un país miembro. Según fuentes diplomáticas, la Asamblea podría postergar la resolución definitiva hasta 2026, manteniendo la membresía de Argentina en una zona gris legal y diplomática.
Argumentos y críticas
Desde la administración nacional se justificó la medida bajo el argumento de que la OMS atenta contra la soberanía sanitaria, señalando su supuesto respaldo a las “cuarentenas eternas” durante la pandemia de Covid-19.
En un comunicado oficial, el Gobierno acusó al organismo de haber respaldado un modelo que “provocó una de las mayores catástrofes económicas de la historia” y lo vinculó incluso con posibles delitos de lesa humanidad.
Sin embargo, especialistas y periodistas como Natasha Niebieskikwiat (Clarín) recordaron que la propia OMS desaconsejó los confinamientos prolongados desde abril de 2020, y que fueron los Estados los que adoptaron esas medidas en función de sus propias realidades.
Riesgos y consecuencias
Expertos advierten que el retiro de Argentina de la OMS podría tener graves consecuencias para la salud pública, incluyendo:
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Pérdida de acceso prioritario a vacunas y medicamentos esenciales.
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Quiebre de canales de cooperación técnica y científica internacional.
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Ausencia en la toma de decisiones globales sobre emergencias sanitarias.
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Aislamiento en iniciativas clave, como el Tratado Mundial para la Prevención de Pandemias, aprobado esta semana sin la participación de Argentina.
El analista internacional Bernabé Malacalza expresó su preocupación en redes sociales al señalar que Argentina fue “el único país del Sur Global en no apoyar” el acuerdo y criticó el silencio de los grandes medios locales ante el hecho.
Antecedente: el intento fallido de Trump
Esta no es la primera vez que un país busca salirse de la OMS. Durante su primer mandato, Donald Trump también inició el proceso de retiro de Estados Unidos, aunque su sucesor, Joe Biden, lo revirtió antes de que se hiciera efectivo. En enero de este año, Trump volvió a notificar su intención de abandonar el organismo en caso de asumir nuevamente la presidencia.
Una decisión polémica
La salida de la OMS refuerza la estrategia internacional rupturista del gobierno de Milei, y abre un interrogante sobre el futuro de la salud pública en Argentina, especialmente en contextos de crisis como epidemias, pandemias y catástrofes humanitarias.