El operativo implica una coordinación entre el Estado Nacional, las provincias ribereñas y organismos como Migraciones, Aduana y las cinco fuerzas federales
La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, anunció el lanzamiento del Plan Paraná, una estrategia integral destinada a reforzar la presencia del Estado en la Hidrovía Paraguay–Paraná. El objetivo central del operativo es combatir el narcotráfico, la trata de personas y otros delitos transfronterizos que afectan la ía fluvial, clave para la logística regional.
El operativo implica una coordinación entre el Estado Nacional, las provincias ribereñas —con foco inicial en Chaco y Corrientes— y organismos como Migraciones, Aduana y las cinco fuerzas federales. Las acciones contemplan el uso de tecnología reactivada que permanecía inactiva desde 2018, el despliegue territorial en zonas críticas y la aplicación de inteligencia criminal. La Isla del Cerrito, en el límite entre Chaco y Corrientes, fue señalada como un punto estratégico de intervención.
La Hidrovía Paraguay–Paraná recorre 3.400 kilómetros y conecta cinco países. Su importancia económica contrasta con las vulnerabilidades que han facilitado actividades ilegales, convirtiéndola en un corredor atractivo para el crimen organizado. Bullrich subrayó que el objetivo del plan es que la hidrovía deje de ser una «autopista del crimen» para transformarse en un eje seguro para el comercio y la producción nacional.
El Plan Paraná también contempla una dimensión internacional, con mecanismos de cooperación, especialmente con Paraguay. En paralelo, reafirma la línea política de seguridad fronteriza y soberanía territorial. Según la ministra, se enmarca en una “guerra sin cuartel” contra las redes criminales, respaldada por cifras récord de decomisos y detenciones obtenidas en los últimos meses.
La implementación de esta estrategia refleja una visión de securitización del espacio fluvial, en la que confluyen la Defensa nacional, el control aduanero y la diplomacia regional. El operativo también tiene implicancias políticas y mediáticas, consolidando el posicionamiento de Bullrich en una agenda de seguridad que busca marcar presencia estatal en zonas sensibles del territorio.





