El informe registra una mejora del índice de confianza en las instituciones: Argentina es uno de los únicos tres países que muestra un cambio significativo de la confianza creciendo más de 9 puntos de 2024 a 2025. Además, las empresas son las únicas instituciones vistas como competentes y éticas en el país.
En su edición número 25, el Edelman Trust Barometer, titulado “La Crisis del Agravio”, ofrece una mirada profunda sobre el estado de la confianza a nivel global, con hallazgos clave para Argentina.
Este estudio, que por veinticinco años ha medido la percepción de los ciudadanos frente a instituciones como empresas, medios de comunicación, gobierno y ONGs, llega en un momento crucial para el país, en el que la sociedad demanda mayor transparencia, liderazgo responsable y acciones concretas para cerrar las brechas sociales.
Entre los principales hallazgos, se encuentra una sociedad marcada por el agravio (grievance) con un 65% de los encuestados argentinos declarando un nivel moderado o alto de resentimiento. Esto se refiere a la percepción de que el gobierno y las empresas actúan en detrimento de la mayoría, priorizando los intereses de su propia agenda, y predomina la interpretación de que las instituciones ‘entorpecen’ la vida cotidiana.
También se observa que 1 de cada 4 personas en Argentina considera el activismo hostil como un medio para impulsar cambios, validando acciones como ataques online, desinformación, violencia o daños a la propiedad, en particular en el rango etario de adultos jóvenes de 18 a 34 años.
Además, otro factor que contribuye al malestar social es el miedo a ser discriminado, que alcanza su máximo histórico en todo el mundo, aumentado 10 puntos a nivel global en comparación con 2024.
El rol de las empresas en un contexto de desconfianza
Este clima de agravio y desconfianza convive con un dato clave de la edición 2025: las empresas y las ONGs son las instituciones más confiables en Argentina. Aun así, la confianza es frágil y está sujeta a que las compañías asuman un rol activo en la solución de los problemas estructurales en los que tienen influencia.
El sector empresarial tiene licencia para actuar en la esfera pública cuando sus acciones generan un impacto positivo, tanto para la sociedad como para su propio crecimiento, y juegan un papel clave en la reconstrucción de la confianza. En los últimos años, la expectativa de que las organizaciones lideren la búsqueda de soluciones a los problemas sociales ha cobrado mayor relevancia, ya que son vistas como más competentes, éticas y confiables que el gobierno. Esta alta confianza también genera más responsabilidad para el sector privado.
“Más allá de las obligaciones dentro del ambiente de trabajo, la sociedad espera cada vez más de las empresas. Se les exige que actúen en cuestiones tales como el cambio climático, la desinformación, el reskilling y el apoyo a la comunidad. Se espera que no solo tengan una voz, sino que traduzcan sus valores en acciones concretas. Ser neutral ya no es una opción segura”, afirma Paola Podestá, gerente general de Edelman Argentina.
Los sectores industriales que los argentinos reportaron como más confiables se encuentran encabezados por tecnología (77%), alimentos y bebidas (73%) y salud (72%), registrando esta última un aumento de 8 puntos porcentuales respecto al año anterior. En tanto, los sectores de servicios financieros y de redes sociales son los que presentan menores niveles de confianza entre los argentinos.
El informe también revela que el 59% de la fuerza laboral en Argentina está preocupada por su seguridad laboral ante los desafíos de la automatización y la competencia extranjera y espera que las empresas se involucren en la capacitación y reentrenamiento de sus colaboradores.
También existe una preocupación latente por la precarización laboral asociada a la globalización y a las nuevas tecnologías. El 75% de los empleados en Argentina confía en que sus empleadores harán lo correcto y el país fue uno de los únicos tres en el mundo en los que creció la confianza en los empleadores.
La reconstrucción de la confianza
Si bien los desafíos son muchos, el 46% de los argentinos cree que la próxima generación estará en una mejor situación que la actual. Esta cifra representa un nivel de optimismo de más de 10 puntos porcentuales por encima del promedio global, lo que indica que, a pesar del descontento, persiste una expectativa de mejora en el país.
Las empresas, el gobierno, los medios de comunicación y las ONGs deben trabajar juntos para crear espacios de diálogo, entender las causas fundamentales que generan sentimiento de agravio y fomentar el crecimiento.
“La confianza es un pilar fundamental para el desarrollo del país. El contexto actual nos pide escucha, acción y un compromiso a largo plazo por parte de todas las instituciones. La influencia se gana con empatía y colaboración, no demostrando poder”, concluyó Podestá.
El reporte completo se puede consultar AQUÍ