Argentina podría atrasar una hora el reloj: la historia de los cambios de horario en el país
La discusión sobre el huso horario en la Argentina no es nueva. Desde que el país adoptó el sistema mundial de medición en 1920, las agujas del reloj se movieron decenas de veces, en ocasiones por motivos energéticos, en otras por decisiones políticas, y siempre con repercusiones en la vida cotidiana.
La Cámara de Diputados dio media sanción a proyecto que busca modificar el huso horario oficial de Argentina, fijándolo en -4 GMT. La iniciativa, encabezada por el diputado mendocino Julio Cobos, propone atrasar una hora el reloj en todo el país. El objetivo, según el texto presentado, es alinear el horario nacional con la luz solar y reducir el consumo de energía eléctrica artificial. La medida reaviva el debate sobre el impacto cotidiano de los cambios de hora y actualiza una larga historia de alternancias y polémicas en el país.
Los orígenes: de los horarios locales al sistema mundial
Antes de 1920, cada ciudad argentina se regía por su propio mediodía solar: cuando el sol estaba en lo más alto, se consideraba el inicio de la tarde. La llegada del ferrocarril volvió insostenible esa dispersión, ya que implicaba ajustar relojes en cada localidad. Por eso, tras la conferencia internacional de 1884 que estableció a Greenwich como meridiano de referencia, la Argentina adoptó oficialmente el sistema en 1920.
En el mapa de husos horarios, gran parte del país corresponde al huso -4 y una franja al oeste incluso al -5. Sin embargo, desde temprano se empezó a jugar con ajustes políticos y prácticos.
1930: los primeros cambios estacionales
En 1930 se instauró por primera vez el horario de verano, alternando entre -4 en invierno y -3 en verano, con la justificación de ahorrar energía. Esta lógica se mantuvo durante una década, con alternancias que generaban confusión.
Años 40 y 60: ensayos de uniformidad
Entre 1941 y 1942, y luego en otros períodos (1942, 1944-1945, y de 1947 a 1962), el país se mantuvo fijo en -3 todo el año, sin distinguir entre estaciones. Pero en 1943, 1946 y entre 1964 y 1969 se volvió al esquema mixto: invierno en -4 y verano en -3.
1973-1974: la crisis del petróleo y el salto a -2
La crisis internacional del petróleo obligó a aplicar medidas de austeridad. En enero de 1974, Argentina adoptó un huso inédito: -2 durante el verano, algo que dejaba al país más cercano al horario del Atlántico que al propio continente. Tras esos meses, se fijó de manera permanente en -3, donde permaneció durante 14 años.
1988: la crisis eléctrica del alfonsinismo
Una sequía y el deterioro del sistema eléctrico llevaron al gobierno de Raúl Alfonsín a reinstalar el horario de verano (-2) para reducir el consumo, regresando a -3 en otoño. El mecanismo se repitió durante varios veranos.
1990: las provincias dicen basta
El cambio de hora comenzó a generar resistencias en las provincias. Durante los veranos de 1991-1993, varias jurisdicciones rechazaron adelantar el reloj. El sistema se fragmentó: mientras algunas aplicaban el horario de verano, otras no. La confusión llevó a que desde 1993 hasta 2004 el país permaneciera fijo en -3.
Incluso la Ley 25.155 de 1999 intentó fijar el huso en -4 con horario de verano en -3, pero nunca se implementó por dudas sobre su eficacia.
2004: crisis de gas y horarios provinciales
La crisis energética de ese año motivó a provincias como Mendoza, San Luis y Catamarca a retroceder a -4 en invierno, aunque varias dieron marcha atrás al poco tiempo.
2007-2009: los últimos cambios nacionales
El gobierno de Néstor Kirchner lanzó en 2007 el Programa de uso racional de energía, que volvió a establecer el horario de verano (-2). La Ley 26.350 fijó el huso oficial en -3, aunque con facultad para adelantar el reloj en verano.
En 2008-2009 se implementó por primera vez una zonificación horaria, que exceptuó a 11 provincias del cambio. Sin embargo, la presión de sectores turísticos y gastronómicos llevó a suspender la medida en 2009.
Desde 2010: hora fija todo el año
Con más de 57 cambios acumulados a lo largo de la historia, desde el verano 2009-2010 Argentina mantiene de forma estable el huso -3 durante todo el año.