El proyecto, impulsado por el radicalismo disidente de Democracia para Siempre junto a los rectores del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), también contempla un aumento de las becas y la financiación de hospitales universitarios y partidas para investigación.
Desde el oficialismo, la respuesta fue contundente. Los libertarios rechazaron la propuesta argumentando que el costo fiscal era demasiado alto y pondría en riesgo el superávit fiscal, pilar central de su plan económico. Los diputados de La Libertad Avanza denunciaron que la oposición busca «romper el superávit» y criticaron que se priorice el bolsillo sobre la responsabilidad fiscal.
Por su parte, los diputados opositores, entre ellos representantes de Unión por la Patria y la UCR, defendieron la iniciativa. Argumentaron que la responsabilidad de la situación actual es del Gobierno Nacional por no presentar la Ley de Presupuesto y que la educación pública no es un gasto, sino una inversión estratégica para el desarrollo del país.
La estrategia del Gobierno falló: no pudo dejar la sesión sin quórum
En un intento por evitar la votación, el oficialismo concentró sus esfuerzos en la previa para dejar la sesión sin quórum, negociando con los gobernadores para que sus diputados no asistieran. Sin embargo, la estrategia no funcionó. La sesión se inició con 131 presentes (dos más de los necesarios) gracias a la presencia de la mayoría de los bloques opositores, incluyendo a Unión por la Patria, radicales disidentes, el bloque de Miguel Pichetto, y otros.
A pesar de las ausencias de algunos diputados, el quórum se logró y los legisladores de La Libertad Avanza se resignaron a una jornada con varios reveses, siendo la media sanción universitaria el primero de ellos.
