El país cayó al sexto puesto en el ranking global de inflación, superado por Venezuela, Sudán, Zimbabwe, Palestina y Burundi. El dato interanual de junio marcó el menor índice desde 2022.

Argentina registró en junio una inflación interanual del 39,4%, según el INDEC. A pesar de que aún se trata de una cifra elevada, el dato marca un fuerte descenso frente al 2023 y ubica al país fuera del podio global de inflación, donde solía figurar entre los tres primeros lugares.
De acuerdo con un relevamiento internacional, hoy Argentina ocupa el sexto lugar en el ranking de los países con mayor suba de precios, detrás de Venezuela (172%), Sudán (113%), Zimbabwe (92,5%), Palestina (51,4%) y Burundi (45,5%). Se proyecta incluso que, hacia fines de 2025, el país caería al octavo puesto, igualado con Turquía, si se confirma la proyección del FMI de 35,9% anual.
La baja de la inflación comenzó a percibirse con fuerza desde el segundo trimestre de 2024, cuando el IPC interanual empezó a descender de forma progresiva. En julio de 2024, la inflación alcanzaba un 263,4%, por lo que el actual nivel representa una desaceleración considerable.
Aun así, Argentina sigue entre los diez países más inflacionarios del planeta, con desafíos importantes por delante. El impacto de una posible devaluación, la suba del dólar oficial (que ya superó los $1.300) y el clima electoral son factores que podrían modificar el escenario actual.
¿Quiénes lideran la inflación global?
- Venezuela continúa al tope del ranking con una inflación del 172%, y una proyección de cierre anual del 180%.
- Sudán, en medio de un conflicto armado interno, enfrenta un 113% interanual.
- Zimbabwe arrastra un 92,5% de inflación, pese a sucesivas reformas monetarias.
- También figuran en los primeros lugares Palestina (51,4%) y Burundi (45,5%).
Más allá del caso argentino y venezolano, el resto de América Latina logró cierta estabilidad. Sin embargo, Bolivia aparece entre los 20 países con mayor inflación esperada, con un 15,1% proyectado por el FMI, lo que representa una ruptura con su tradicional estabilidad macroeconómica.