El juez Ernesto Kreplak ordenó este miércoles la detención de Ariel García Furfaro. Pero no es el único vinculado con el escándalo del fentanilo contaminado sobre quien pesa ese pedido. El juez federal de La Plata, que investiga al menos 96 muertes, ordenó también la detención de otras nueve personas, entre ellas los hermanos del titular de HLB Pharma, Hernán y Diego García Furfaro, y de su madre, Nilda, quien presidió una de las empresas farmacéuticas de la familia y cayó en un domicilio de Caballito. Todos fueron arrestados en la noche de este miércoles.
Kreplak además había solicitado la detención del director general de HLB y de Ramallo, el laboratorio donde se produjo el fentanilo contaminado, Javier Tchukran, que fue detenido en el barrio porteño de Nueva Pompeya.
Los directores técnicos de Ramallo, Carolina Ansaldi -en el barrio de San Nicolás- y Víctor Boccaccio fueron arrestados, al igual que el de HLB, José Antonio Maiorano (detenido en Villa Adelina, San Isidro) ; el presidente de Ramallo, Horacio Tallarico -que fue de los primeros en caer, junto a los hermanos de García Furfaro- y su director suplente, Rodolfo Labrusciano, que fue capturado en Ramos Mejía, partido de La Matanza.
Sobre Ariel García Furfaro, mucho se ha dicho y escrito ya. El empresario de 49 años, vinculado al kirchnerismo aunque él insiste en negarlo, se recibió de abogado en la cárcel y es el socio fundador del grupo. Ya era dueño de Laboratorios Ramallo cuando compró HLB Pharma en 2017. No terminó de pagar esa operación y por eso fue procesado por estafa, en un proceso que espera fecha para el juicio oral.
García Furfaro maneja con sus hermanos tanto los laboratorios como las droguerías Alfarma y Glamamed, a través de las que vendían los medicamentos que producían. Nilda, la madre de los hermanos, también tuvo participación directa en las empresas: fue presidenta y vicepresidenta de HLB Pharma y de hecho fue la primera que se presentó en la Justicia, recién el 2 de julio, cuando presentó un escrito en el juzgado en el que denunció «la existencia de una campaña de desprestigio mediático y de publicación de falsedades insostenibles”.
Los García Furfaro diversificaron sus negocios más allá de la industria farmacéutica. También tienen participación accionaria en la fábrica de cereales Tres Arroyos y en la de cables Epuyen, y en el stud Mamina. En la entrevista con Clarín, García Furfaro explicó por qué ponía a sus familiares a cargo de sus empresas: remarcó particularmente que ponía a sus madre y abuela porque consideraba que en nadie podía confiar más.
Respecto del resto de los investigados a quienes ahora Kreplak les pidió la detención, Javier Tchukran es un hombre de máxima confianza de García Furfaro en la producción: director general de HLB Pharma y Ramallo, está a cargo de la operación de ambas plantas.
Su currículum, que se puede ver en la página de búsqueda de personal RocketReach, da cuenta de que se graduó de farmacéutico en la Universidad de Buenos Aires en 2018, y que en esa misma universidad realizó una maestría en desarrollo galénico-toxicología de fármacos. Además, obtuvo una diplomatura en sistemas de gestión en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial. Comenzó a trabajar hace muy poco tiempo en HLB, recién el año pasado, e ingresó como gerente de Calidad y Desarrollo. Antes, había trabajado durante más de una década en Clorox.
José Antonio Maiorano es el director técnico de la planta de HLB Pharma en San Isidro. También es farmacéutico, y en su currículum –que está disponible online en la página del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia– describe que «me he desarrollado en el campo laboral como farmacéutico, director técnico de farmacias y cadenas de farmacias, en laboratorios de industria farmacéutica, cosmética y veterinaria. Cada una de las especialidades de la profesión me han llevado a tener una gran experiencia, responsabilidad y compromiso como profesional de la salud«.
Maiorano ingresó a HLB en septiembre del 2022. Antes, había trabajado como farmacéutico en farmacias de San Isidro y Capital Federal, y en áreas productivas en varios laboratorios nacionales. Se graduó como farmacéutico en 2001 en la Universidad Kennedy.
Carolina Ansaldi y Víctor Boccaccio son los directores técnicos de la planta de Ramallo. De Ansaldi no hay información disponible online, pero este diario pudo saber que llevaba ocho meses de trabajo, es viuda y madre de dos hijos.
Boccaccio cuenta en su LinkedIn que se graduó como bioquímico y luego como farmacéutico en la Universidad Nacional de Rosario, y que trabajó anteriormente en un laboratorio de Rosario que se dedica a la producción de insumos descartables y en otra compañía en la misma ciudad que produce agua oxigenada y vaselina.
Respecto del presidente de Ramallo, el jubilado Horacio Tallarico y el director suplente, Rodolfo Labrusciano, fuentes del sector dicen que habrían «prestado su nombre» pero que no intervienen en la operatoria de la empresa.
AS