El piso 14 del Edificio Kavanagh, el icónico rascacielos racionalista de Buenos Aires, está en venta por primera vez en más de 15 años. Se trata del penthouse de 750 metros cuadrados que perteneció a Corina Kavanagh, la mujer que desafió a la aristocracia porteña y dio vida a este ícono de cemento y rebeldía.
Pablo Barrera, gerente comercial de Alto Grande Desarrollos – M&M Propiedades, empresa a cargo de la comercialización, aseguró que “el Edificio Kavanagh es una de las obras más emblemáticas de la arquitectura moderna en Buenos Aires.
A un precio más bajo y financiado se vende el penthouse del Edificio Kavanagh | Fortuna
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Inaugurado en 1936, fue el primer rascacielos de la ciudad y marcó un hito al ser el más alto de América Latina en su momento. Su estilo Art Déco, caracterizado por líneas rectas, terrazas ajardinadas y una estructura de hormigón armado, le dio una personalidad única que lo convirtió en un ícono de la ciudad”.
¿Cómo es el diseño del Edificio Kavanagh?
Barrera destacó que “a lo largo de las décadas, el edificio se ha mantenido como un referente del patrimonio arquitectónico de Buenos Aires, tanto por su diseño como por su historia. En cuanto a la unidad del piso 14, este apartamento ha sido sometido a diversas refacciones y modificaciones que han modernizado el espacio, pero sin perder la esencia del diseño original”.
“Se incorporaron materiales de alta gama, como mármoles, porcelanatos y superficies de granito en áreas clave como la cocina y los baños. La elección de estos materiales busca no solo la durabilidad, sino también una estética contemporánea que se integra armónicamente con la estructura del edificio, respetando su historia pero con una mirada al futuro”, agregó.
La unidad —modernizada con materiales de lujo, pero fiel a su esencia original— atrae a compradores locales e internacionales, amantes del diseño, la historia y la exclusividad que solo una ubicación como Plaza San Martín puede ofrecer.
El Kavanagh y el consorcio del poder | Noticias
El más alto de Sudamérica hasta 1947
Ubicado en el barrio de Retiro y construido en 1936, el Kavanagh fue el edificio más alto de Sudamérica hasta 1947, cuando lo superó el Altino Arantes, en San Pablo (Brasil). Su diseño Art Déco, de líneas puras y proporciones monumentales, lo convirtió en un emblema de la modernidad porteña. Corina Kavanagh, mujer soltera y millonaria, encargó su construcción a los arquitectos Sánchez, Lagos y de la Torre.
La leyenda cuenta que lo mandó a construir tras el rechazo de su romance con un miembro de la familia Anchorena, por “falta de sangre azul”. Dolida, vendió varias propiedades para financiar este edificio de 120 metros de altura que —casualmente— bloqueó la vista desde el Palacio Anchorena hacia la Basílica del Santísimo Sacramento, financiada por esa familia.
Barrera dijo que “el perfil de comprador ideal para este tipo de propiedad es una persona con un gusto refinado por la historia, la arquitectura y el lujo, que busca un espacio exclusivo y único en una de las zonas más privilegiadas de Buenos Aires. Este comprador valora la singularidad de vivir en un edificio emblemático, con un diseño que ha perdurado a lo largo del tiempo, y aprecia los detalles arquitectónicos conservados con esmero”.
Asimismo, sostuvo que “lo que más valoran estos compradores en una residencia como el piso 14 del Edificio Kavanagh es la privacidad, dada la exclusividad del espacio, así como las vistas panorámicas que ofrece. También se aprecia la posibilidad de estar en un edificio histórico que es, al mismo tiempo, moderno y funcional, gracias a las refacciones realizadas para integrar confort y diseño contemporáneo, sin sacrificar su carácter original”.
“La cercanía a lugares icónicos de la ciudad y la ubicación estratégica en la Plaza San Martín son también factores clave para este tipo de compradores, que buscan una propiedad que no solo sea un hogar, sino también un símbolo de estatus y un referente cultural”, concluyó.
Con información de Noticias Argentinas
MC