A meses de la reunión familiar, Britney Spears compartió la primera selfie que la muestra junto a su hijo mayor Jayden Federline. Se trata de un reencuentro muy esperado para la princesa del pop, que luego de pasar un tiempo alejada del adolescente empieza a reconstruir su vínculo de madre e hijo.
Spears sorprendió a sus seguidores con una imagen que conmovió a todos: una selfie junto a su hijo Jayden James Federline, de 18 años. Es la primera foto que comparten desde que él se fue a vivir a Hawaii junto a su padre. En la imagen, él la supera en altura, mide más de 1,90, y Britney lo mira como si no pudiera creer cuánto creció.
La escena no es solo una postal familiar: es el símbolo de un vínculo que, tras años de distancia, vuelve a asomar con ternura. “Él es tan alto, sus manos son enormes”, escribió ella. Y completó con una confesión: aún se sigue sorprendiendo cada vez que lo ve.
La relación con sus hijos, la decisión de Federline y un largo silencio

Durante gran parte de su adolescencia, Jayden y su hermano Sean Preston vivieron alejados del foco mediático. La tutela legal que durante años recayó sobre Britney, sumada a conflictos familiares, llevó a que su expareja, Kevin Federline, obtuviera la custodia principal. En 2023, el DJ y exbailarín se mudó con sus hijos a Hawaii, con la autorización de la cantante.
Britney, en aquel momento, no se opuso. Pese a que el dolor la atravesaba, prefirió no entrar en disputas. «Estaba devastada, pero entendía que ellos también necesitaban un cambio», señalaron entonces allegados a la artista. Fue una etapa de desconexión forzada, sin cumpleaños compartidos, ni celebraciones familiares.
Durante más de dos años no hubo fotos juntos, ni posteos, ni apariciones públicas. Pero a fines de 2023, Britney volvió a ver a Jayden en Los Ángeles. Fue un reencuentro íntimo, sin cámaras, organizado en privado. Desde entonces, los encuentros empezaron a volverse más frecuentes.
Misa, música y una selfie que lo cuenta todo

La selfie que Britney publicó fue tomada después de asistir a misa. «Cantamos, rezamos, fue hermoso», escribió. Jayden, ya adulto, aceptó la invitación y compartió la ceremonia con ella. Era la primera vez que se los veía juntos en público desde su mudanza. Y también la primera vez que Britney volvía a mostrarse con uno de sus hijos sin el peso de la tutela encima.
Días antes, también había compartido un video donde Jayden la llevaba a dar una vuelta en auto, con Lenny Kravitz sonando de fondo. Britney filmó la escena entre risas, y escribió: «Estoy bendecida… cuida mi corazón».
Más allá de todo el brillo, los hits y la fama, Britney siempre dijo que lo que más deseó en su vida fue ser madre. «Mi sueño más grande siempre fue tener una familia», declaró en más de una oportunidad. Y aunque muchas veces se vio envuelta en peleas legales, diagnósticos y decisiones que no fueron suyas, su deseo de volver a conectar con sus hijos nunca desapareció.
Jayden ya no es el nene que corría entre camarines. Es un joven alto, reservado, que eligió crecer lejos del ruido. Pero en esa selfie, con la cara de su madre rozando su hombro, se revela otra historia: la de una segunda oportunidad.