Emilio Cormillot, el hijo de Alberto Cormillot y Estefanía Pasquini, celebró su cuarto cumpleaños con una fiesta llena de ternura, juegos y una temática que lo apasiona: los dinosaurios. El festejo reunió a familiares, amigos y compañeros del jardín en un salón especialmente ambientado para niños, donde no faltaron las actividades, las risas y los momentos emotivos.

La decoración incluyó un fondo verde con globos dorados que formaban la frase “Feliz Cumpleaños”, y una mesa central con dos tortas: una rectangular con velitas y decoraciones coloridas, y otra redonda con temática jurásica, que incluía figuras de T-Rex, Pterodáctilos, hojas y nubes hechas en fondant. Esta última fue la estrella del festejo, con bengalas chispeantes que sorprendieron a todos los presentes.

Emilio estuvo acompañado en todo momento por sus padres, que se mostraron felices y emocionados. En varias imágenes se los ve abrazando al pequeño, posando detrás de las tortas y compartiendo risas en familia. La presencia de Alberto Cormillot, de 85 años, y Estefanía Pasquini, de 39, volvió a poner en foco el vínculo afectivo que los une y el amor con el que acompañan cada etapa de crecimiento de su hijo.

La fiesta incluyó actividades recreativas para los chicos, como juegos en estructuras de madera, caballitos de juguete, autos para montar y una esperada piñata con forma de dinosaurio. Emilio fue el encargado de dar el primer golpe, mientras los demás niños lo alentaban y los adultos registraban el momento con sus celulares.

Al compartir lo vivido a través de las redes sociales, fue Estefanía quien volcó un emotivo mensaje en Instagram junto a imágenes del festejo: “Hoy celebramos al amor de nuestras vidas, a ese hijo que nos mira con ternura, que nos regala carcajadas y nos saca aún más a nosotros. Gracias por llegar a nuestra vida para llenarla de luz, de alegría y de sentido. Verte crecer es el regalo más grande que podemos recibir”.

La nutricionista también agradeció a todos los que participaron del festejo: “No éramos ‘un montón’ para hacer bulto, éramos un montón exacto de gente que tenía que estar — los que quieren a nuestro hijo, los que nos quieren a nosotros. Amigos del ex jardín y del nuevo, abuelos, padrinos, tíos, primos, bisabuela, abuelas del corazón… todos ustedes hicieron de este día algo inolvidable”.
Con dinosaurios, juegos y mucho amor, Emilio celebró sus 4 años rodeado de afecto y diversión. Una fiesta pensada para él, que reflejó la alegría de crecer en un entorno lleno de contención.