Wanda Nara regresó a la Argentina tras completar su mudanza desde Milán, y lo hizo acompañada de una carga emocional que se vio reflejada en las historias que compartió en las últimas horas a través de su cuenta de Instagram. A pocas horas de aterrizar, la empresaria mostró el cálido reencuentro con sus hijas -Francesca e Isabella- en una tierna postal desde la cama, abrazadas y sonrientes, con la frase “Llegué” acompañada de la bandera argentina. La felicidad del regreso quedó sintetizada en otra de sus historias desde el ascensor de su edificio: “La felicidad de llegar es inexplicable”, escribió junto a una selfie con look relajado y valijas a cuestas.

El viaje de Wanda no fue uno más. Como ya había adelantado en sus redes, fue una despedida definitiva de su vida en Milán, ciudad que definió como su «segundo hogar» y donde vivió durante 17 años. En ese marco, reveló que decidió viajar sola, ya que sus hijos no pudieron acompañarla por no contar con los permisos necesarios para salir del país durante el receso invernal. Según explicó, los menores quedaron al cuidado de su padre, Andrés Nara, y de amigas de confianza.

Pero al pisar suelo argentino, el foco estuvo puesto en retomar su rol de madre presente y dedicada. Wanda lo dejó claro con una serie de historias que muestran distintas escenas del día a día con sus hijas: desde controles pediátricos en una clínica infantil —con la frase “Control Pediátrico para todos”— hasta una marcada preocupación por su alimentación.

“Desde siempre, obsesionada con la buena alimentación de mis hijos”, escribió sobre una foto en la que se ven platos llenos de frutas frescas: uvas, kiwis, manzanas, duraznos, peras y ciruelas cortadas con estética casi profesional. También compartió imágenes de una merienda saludable con jugo natural, ensaladas y frutas en un ambiente hogareño y cálido, preparado especialmente para sus hijos.

La empresaria dejó en evidencia que, más allá del glamour y los proyectos internacionales, su prioridad sigue siendo su familia. Esta faceta más íntima y doméstica contrasta con las imágenes que hace pocos días mostraban decenas de cajas apiladas durante su mudanza desde Europa. En ese momento, Wanda había aclarado que parte de su viaje incluía cumplir una promesa a sus hijos: traer algunos recuerdos y juguetes que habían quedado en Italia.
En paralelo, durante su estadía en Europa también aprovechó para avanzar con compromisos laborales: reveló que estuvo grabando contenidos y armando vestuario para su próxima participación en una producción de Netflix, aunque por el momento no brindó más detalles.
Wanda Nara, entre la maternidad, los negocios y la vida en movimiento, volvió a la Argentina con la convicción de priorizar a sus hijos en un momento de cambios personales y profesionales. Sus historias lo dicen todo: hogar, salud, comida sana y amor, mucho amor.