Kahlo Milagro Costantini, quien está por cumplir su primer año, fue bautizada durante este fin de semana largo en una emotiva ceremonia. Y sus padres, Eduardo y Elina Costantini, compartieron en sus redes un tierno video que refleja el profundo significado espiritual y familiar de este día inolvidable.
Este lunes 8 de diciembre, en una fecha con un significado espiritual inmenso por celebrarse el Día de la Inmaculada Concepción de María, la familia Costantini vivió uno de los momentos más luminosos de sus vidas: el bautismo de su hija, Kahlo Milagro Costantini.
La beba, quien el próximo 17 de enero celebrará su primer cumpleaños, fue el centro de una ceremonia íntima y cálida que reunió a sus padres junto a sus seres más queridos, quienes presenciaron la bendición de la niña que consideran un verdadero «milagro».
El emotivo evento fue rápidamente compartido por la feliz pareja a través de un tierno posteo en conjunto en sus respectivas cuentas de Instagram, que incluyó un video con las postales más conmovedoras del día y un texto cargado de fe y gratitud.
Las postales de un día de «luz y bendición»
El video publicado por los Costantini es un retrato cinematográfico de la felicidad que inunda a la familia. La secuencia comienza con una toma aérea de la iglesia, de arquitectura moderna y líneas limpias, ubicada junto a un espejo de agua, sugiriendo un marco de naturaleza y paz.
Rápidamente, la atención se centra en los protagonistas: Elina, radiante con una camisa estampada de alta costura, sosteniendo a Kahlo, cuyo vestido de bautismo es una obra de arte, con volados de pétalos de tela y una delicada corona de flores blancas que adorna su cabeza.
Eduardo Costantini, elegante y visiblemente emocionado, acompañó a su familia. En las tomas iniciales, se lo ve besando cariñosamente a la beba mientras Elina sonríe, evidenciando la profunda conexión entre los tres.
La ceremonia se llevó a cabo en el interior de la iglesia, un espacio luminoso con grandes ventanales que dejaban entrar la luz natural y techos revestidos en madera cálida. El video muestra la entrada de la familia, con Elina y Eduardo llevando a Kahlo en brazos, mientras son recibidos con miradas de cariño.
El sacerdote, el padre Carlos Checo, a quien agradecen especialmente en el mensaje, ofició el bautismo con gran calidez. Se dieron momentos de profunda ternura, como cuando Kahlo, con sus intensos ojos azules, miró curiosa a su alrededor, o cuando se rió abiertamente, contagiando su alegría a todos los presentes.
Un plano muy significativo capturó las manos de Kahlo mientras intentaba tocar el dedo de su padre, un instante de conexión pura entre generaciones. También se vio el momento central del bautismo, cuando la beba fue vestida con el ropón de bautismo y recibió el agua bendita en su frente, durmiendo pacíficamente o con los ojos cerrados, en un acto de total entrega.
El mensaje completo de Eduardo y Elina Costantini
El texto que eligieron Eduardo y Elina para acompañar el video refleja la profunda devoción y gratitud con la que viven la paternidad de Kahlo, a quien llaman «milagro» de la Virgen.
“Hoy, en el Día de la Virgen, quien nos concedió el milagro de tener a nuestra hija, bautizamos a nuestra amada Kahlo. Un día lleno de luz, de bendición y de esa paz que solo llega cuando el cielo toca la tierra», comenzaron diciendo.
«Kahlo, bebé del amor, fruto del amor de sus vidas de tus papás, hoy te entregamos a la protección de Dios, Jesús y María, para que su manto te acompañe, te guíe y te cubra siempre. Que su pureza, su ternura y su fortaleza sean tu camino», siguieron diciendo.
Y agregaron: «Gracias Dios por este milagro que nos regalaste. Gracias Virgen por abrazar a nuestra hija en este día tan sagrado. Gracias familia y amigos por acompañarnos en este momento que guardaremos para toda la vida. ¡¡Muchas gracias padre Carlos Checo por su cariño y espiritualidad!! Kahlo Milagro Costantini. Nuestra luz, nuestro destino, nuestra bendición, el resultado del amor de nuestras vidas”.
El bautismo de Kahlo Milagro, en el Día de la Virgen, se conviertió así en un testimonio público de la fe y el amor que la pareja Costantini ha depositado en la llegada de su hija, un evento que sin duda atesorarán por siempre en su corazón.
