Una de las máximas autoridades de la municipalidad de Quilmes, la vice intendenta interina, Eva Mieri, participó de modo personal en el ataque a la casa particular del diputado nacional José Luis Espert. Fue ella quien manejó una camioneta Chevrolet S10 para llegar al domicilio del legislador junto a un grupo de militantes que, encapuchados, con guantes, barbijos y bufandas, esparcieron por el frente de la vivienda del libertario seis bolsas de consorcio repletas de bosta de caballo; al mismo tiempo que desplegaron además un pasacalles impreso de modo industrial que decía: «Acá vive la mierda de Espert».
La acción, coordinada, y que tuvo un costo financiero aún indeterminado, culminó con la suelta de cincuenta y un volantes en la zona que aludían al evento que generó todo: la detención de la expresidenta Cristina Kirchner. Las papeletas decían así: «No jodan con Cristina«.

La concejal Mieri contó con el apoyo logístico de otra militante K, la funcionaria del ministerio de la Mujer de la gobernación bonaerense, Alesia Abaigar, que condujo su propio vehículo hacia la casa de Espert, un Renault Clío, que se detuvo a pocos metros de la camioneta para alertar a sus cómplices por si algún imprevisto podía arruinar su plan.
Mieri continuará presa. Se le negó la excarcelación pedida por su defensa. La funcionaria Abaigar quedó aprendida bajo arresto domiciliario. Es víctima de una enfermedad compleja de tratar en una cárcel.
El avance de la causa generó shock y estrépito en la familia Kirchner. Y en la cúpula de La Cámpora.
Mieri es concejal, y desde hace años es la sombra política de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza. Incluso es su reemplazante directa en la sucesión comunal. Mendoza es de absoluta y total confianza de la familia K.
La Justicia apunta ahora a lo obvio: ¿sabía que su más leal subalterna atacaría la casa de Espert?
Desde que se conoció que Arroyo Salgado avanzaba con seriedad en esa causa, y más aún cuando se detuvo a Mieri, Abaigar y otros militantes, toda la dirigencia K que pedía en público solo por la libertad de la Jefa Cristina Kirchner, viró en el discurso y se enfocó en manifestarse en favor de la intendenta interina de Quilmes y en la funcionaria Abaigar.

El nervio es tal, que incluso dos miembros cristinistas del Consejo de la Magistratura, Rodolfo Tailhade y Vanesa Siley pidieron el juicio político para Arroyo Salgado. Solo trabajó en el expediente cinco días.
Lo extraordinario ocurrió también con la expresidenta Kirchner. El sábado, mediante su cuenta de X, también se sumó a los pedidos para que se libere a Mieri y Abaigar. En un texto en el que critica al Presidente Milei y la ministra Bullrich, escribió esto: «Suelten a las pibas y a los pibes, cachivaches».
Jamás, nunca, Kirchner había pedido la libertad de un preso K. Ni siquiera de los que padecieron la vida en prisión tras ser funcionarios de absoluta cercanía y con años de compartir la función pública y la vida familiar en Santa Cruz. Nunca. Jamás.
Ahora sí se animó a escribir esa plegaria. No será atendida por Arroyo Salgado.
La jueza consideró que Abaigar, al ser funcionaria pública, podría entorpecer la investigación y le otorgó el arresto domiciliario. Las pruebas en su contra son rotundas. En el caso de Mieri la situación es aún peor para la detenida.
La Justicia probó no solo que fue organizadora del ataque a la casa de Espert, sino que además ella misma manejó la camioneta Chevrolet S10 en la que llegaron el resto de los atacantes. Ese vehículo fue cedido a la comuna de Quilmes por la empresa Centro Construcciones, con el único fin de que sea utilizado para inspeccionar una obra pública que esa firma ganó mediante un contrato de presupuesto multimillonario.
Mieri la manejó, como mínimo, para concretar el amedrentamiento contra Espert. También hay imágenes de esa misma camioneta llegando al domicilio de arresto de Cristina, en San José y Humberto Primo, el 16 de junio pasado, un día antes de que la banda de encapuchados se dirigiera en el vehículo a la casa del legislador.

Mieri podría ser procesada por el delito de malversación de caudales públicos por el uso que hizo de la Chevrolet, además de ser acusada por otros crímenes de alteración del orden público, y hasta por intentar acallar las ideas políticas de Espert, dice Arroyo en el escrito en el que le denegó su excarcelación.
Igual que en el caso de Abaigar, la magistrada explicó que la vice interina de Quilmes podría entorpecer la marcha del proceso.
Chats y mensajes
Arroyo Salgado logró determinar quiénes participaron del ataque a la casa del libertario porque encontró mensajes de WhatsApp en el celular de Abaigar. La funcionaria chateó con Mieri planeando cómo llegar al lugar del hecho, y más también.
Clarín pudo conocer parte de esa prueba. La siguiente es solo una parte de su conversación:
-Abaigar le envió una ubicación en Vicente López donde la esperaría. Y le explica que se trata de «la básica (por unidad básica), desde las 17 hs vamos a estar ahí».
-Mieri le replica que está «saliendo».
-Más tarde le manda un mensaje de audio en el que se excusa de este modo: «Hola, Ale, estamos a 23 minutos, veníamos con un ritmo espectacular pero acá en la Illia se trabó», alerta, y después le pide comida: «ME hacés un favor? Estamos famélicos, no almorzamos ni merendamos,ni desayunamos. Todos los que estamos arriba de la camioneta (sic). No me preparás un mate, unos bizcochitos, algo ahi mientras charlamos pico algo?».
-Los chats entre ambas continuaron. En otra comunicación, Mieri le pide a Abaigar que le repita cuál es la patente de su auto, porque en un tramo del camino la había perdido de vista.
La jueza Arroyo Salgado apunta que otro de los delitos que cometieron ambas conductoras es el de tapar adrede la chapa patente de sus vehículos para que no sean identificados. Azar: el municipio de San Isidro acababa de instalar nuevas cámaras en la esquina de Libertador y 33 Orientales que graban con altísima definición.
Los excarcelados en esta trama, como se dijo, son más. Arroyo Salgado tuvo en cuenta un elemento crucial para negarle la excarcelación a Mieri. Cuando la concejal fue detenida tenía un celular que entregó a las autoridades. Pero se trataba de una línea distinta a la que utilizó para chatear con Abaigar. Y, para colmo, el nuevo aparato no tenía grabado ningún contacto, no guardaba ninguna foto ni ninguna filmación. O sea: no era su teléfono. Es un modo de entorpecer la labor judicial.
Escribió Arroyo Salgado argumentando por qué considera que Mieri debe continuar en prisión preventiva: «Reviste la calidad de funcionaria pública, desempeñándose actualmente en el Concejo Deliberante de la Municipalidad de Quilmes… Anteriormente ocupó el cargo de Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sostenible». Y agrega: «Como consta en autos, goza de disponibilidad de bienes del erario público , los cuáles emplearía para actividades que no resultan propias de su quehacer como funcionaria…».
Los delitos
La magistrada, siempre de acuerdo al documento al que accedió Clarín por fuentes no judiciales, advierte que los delitos por los que podría ser juzgada Mieri, y también Abaigar, y en menor medida el resto de los involucrados sí excarcelados son éstos: «Atentado contra el orden público en concurso real con amenazas coactivas agravadas e incitación a la persecución u odio contra una persona a causa de ideas políticas, éstas últimas en con concurso ideal con los delitos de malversación de caudales públicos y alteración de la numeración de un objeto registrado (la patente truchada de la Chevrolet)».
La expectativa de una pena máxima si se le aplicaran todos esos delitos oscila entre los tres años a un máximo de 14 años. Mieri intentó hacerle creer a la Justicia que su celular era una línea nueva y aparato vacío de contenido. Está probado qeu no era así. ¿Quién manejó la camioneta hacia la casa de Cristina un día antes de que sea usada en el ataque a la casa de Espert? ¿Mayra Mendoza desconocía que su mano derecha amedrentaría a Espert usando un bien de la municipalidad que ella dirige? Si no sabía nada antes de que pasaran los hechos, lo supo cuando se hicieron públicos. La Justicia ahora la acecha. ¿Será por eso que en La Cámpora la postulan para ser la primer candidata a diputada provincial por la tercera sección electoral? Los diputados bonaerenses, además de poder y dinero, tienen fueros. La investigación de toda esta historia, que intentó ser minimizada y se transformó en un gran escándalo político, abrió caminos de los que aun se conoce poco. Aunque se imagina mucho. Con indicios.