En Queens, Nueva York, se produjo hace poco una tragedia de las peores que se pueden imaginar: supuestamente, un perro atacó y mató a una beba de un mes mientras dormía. Sin embargo, horas después de que trascendiera la información, el caso podría sufrir un giro todavía más dramático.
La primera información que apareció en los portales de noticias estadounidenses fue que la mascota, una mezcla de pitbull y pastor alemán de entre cuatro y seis meses de edad, le mordió la cara a Kiyanna Winfield, mientras la niña dormía con su madre y su padrastro.
El ataque habría ocurrido a las 6.40 de la mañana. Las heridas fueron tan graves que la pequeña fue declarada muerta en el lugar.
Según hipótesis de los medios locales, la mascota de la familia se habría puesto celosa desde la llegada de la beba y habría comenzado a cambiar su comportamiento.
Otras versiones, en cambio, están bajo investigación de la policía y ponen en duda la versión que dio la familia sobre el ataque de la mascota.
La madre de la niña dijo a los oficiales que llegaron al lugar que se despertó y encontró a su perro mordisqueando la cara de su hija mientras la bebé yacía entre ella y el padrastro de la niña.

Los vecinos informaron que oyeron a la madre gritar desde el interior del departamento cuando los servicios de emergencias médicas llegaron al lugar. Dijeron que sus gritos retumbaban en el edificio.
Una amiga de la madre dijo que pudo hablar con la mujer, que estaba desconsolada. «Me dijo que se despertó y el perro se estaba comiendo a la beba. Estaba masticando la cara de la beba», dijo la mujer.
«La causa y la forma de la muerte de la niña están pendientes de más estudios y requerirán pruebas adicionales«, informaron los investigadores. ¿Qué quisieron decir con esto?
Una escalofriante nueva teoría: ¿y si no la mató el perro?
Según informó People, la Oficina del Médico Forense de la Ciudad de Nueva York dijo que Kiyanna en realidad estaba muerta antes de que el perro la mordiera.

«La causa y la forma de la muerte están pendientes de más estudios y requerirán pruebas adicionales, pero el médico forense pudo determinar que no se trata de un ataque fatal por parte de un perro«, dijo un portavoz de la oficina a People.
Todavía no hay arrestos ni sospechosos, aunque la investigación sigue. El perro fue incautado por el Control de Animales, según se informó en el mismo medio.