El politólogo y sociólogo Atilio Borón estuvo en la ciudad de Santa Fe, donde ofreció una disertación en el Cine Auditorio ATE. La actividad, titulada “Elecciones nacionales en el convulsionado tablero geopolítico mundial”, propuso una lectura crítica del contexto internacional y de su impacto en la política argentina y latinoamericana.
Previo a su exposición, en diálogo con el programa Dame Radio (UNO 106.3), Borón sostuvo que el proceso electoral argentino se desarrolla “en un mundo profundamente inestable y violento”. En ese marco, destacó que los conflictos internacionales “ponen en evidencia el agotamiento de las instituciones creadas después de la Segunda Guerra Mundial”.
“Llevamos dos años presenciando un genocidio en Gaza, ante la absoluta indiferencia del sistema de Naciones Unidas. Es una señal de que algo muy grave está pasando con el orden global”, advirtió el intelectual.
También analizó la guerra en Ucrania, y cuestionó la política de los países europeos: “En lugar de apaciguar los ánimos, están fogoneando la intensificación del conflicto. Los que pagan el precio son los ucranianos. Es una política cínica: arman a Ucrania para que pelee una guerra que no libran en su propio territorio”.
El principal clivaje actual dejó de ser kirchnerismo-antikirchnerismo para transformarse en mileísmo-antimileísmo El principal clivaje actual dejó de ser kirchnerismo-antikirchnerismo para transformarse en mileísmo-antimileísmo
Devastación
Respecto de Medio Oriente, Borón describió la situación en Gaza como “una devastación total”. “Más del 80% de las viviendas están destruidas o inhabitables, junto con hospitales, redes de agua, cloacas y energía eléctrica. Son más de 50 millones de toneladas de escombros, muchos con municiones sin detonar y cuerpos humanos sepultados. Gaza hoy es un territorio inhabitable”, graficó.
En otro tramo de su intervención, se refirió a la postura del gobierno israelí: “Cuando Netanyahu dice que jamás reconocerá un Estado palestino, está consagrando un Estado canalla que incumple todas las normativas internacionales. Israel nunca aceptó la resolución de Naciones Unidas de 1948 que planteaba la existencia de dos Estados”.
Borón también cuestionó el reciente otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado, opositora venezolana. “Es la muerte del Premio Nobel de la Paz —afirmó—. Machado pidió públicamente que Estados Unidos invadiera Venezuela. ¿Cómo se puede premiar con un galardón que simboliza la paz a alguien que promueve la guerra?”.
Un espejo para la Argentina
El politólogo vinculó este escenario global con la coyuntura nacional, y señaló que “la Argentina atraviesa una crisis de soberanía en materia económica y política”.
“Hoy el verdadero ministro de Economía y el presidente del Banco Central están en Washington. Lo dicen senadores estadounidenses y economistas como Paul Krugman. Nuestra soberanía económica está condicionada por el Fondo Monetario y los intereses externos”, sostuvo.
En ese sentido, comparó el contexto actual con el de 1945: “En aquel momento, la Argentina tuvo que definirse entre Braden o Perón. Las potencias vuelven a mover las piezas para garantizar su dominio económico y militar”.
Respecto del panorama político interno, Borón consideró que el principal clivaje actual dejó de ser kirchnerismo-antikirchnerismo para transformarse en mileísmo-antimileísmo, y que la situación provincial de Santa Fe “no replica la de Córdoba, donde el mileísmo tiene raíces más profundas”.
“La derecha argentina no cree en la democracia. Si un dirigente progresista dijera que ordenó a la Justicia condenar a alguien, sería un escándalo. Pero cuando lo dice el poder económico, los grandes medios callan”, concluyó.