La ANSES aplicó un incremento del 1,9% por inflación y sumó un bono extraordinario de $70.000, elevando el ingreso total de la jubilación mínima a $390.277.
La Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) oficializó un nuevo aumento en jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares para trabajadores, monotributistas y beneficiarios del sistema previsional en todo el país. La actualización se dio a conocer mediante la Resolución 297/2025, luego de que el presidente Javier Milei vetara un incremento mayor de 7,2% aprobado previamente en el Congreso.
El ajuste del 1,9% responde a la evolución de la inflación publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y alcanza a todos los regímenes: jubilaciones, pensiones no contributivas (PNC), Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), Asignación Universal por Hijo (AUH), por embarazo, prenatal, maternidad, nacimiento, adopción y matrimonio.
Con el aumento, el haber mínimo jubilatorio pasa a $320.277,17. Al sumar el bono extraordinario de $70.000, el ingreso total asciende a $390.277,18. La PUAM se fija en $256.221,74 y, con el bono, alcanza los $326.221,74. Las pensiones no contributivas suben a $224.194,02, llegando a $294.194,02 con el pago adicional.
El decreto establece que el bono de $70.000 no será remunerativo, no sufrirá descuentos ni se tomará como base para otros conceptos. Además, los beneficiarios que superen el haber mínimo recibirán un monto adicional que asegure alcanzar la cifra mínima más el bono. En caso de pensiones con más de un titular, el cálculo se realizará considerando a todos los copartícipes como un único beneficiario.
Los incrementos de asignaciones familiares varían según categoría, ingresos del grupo familiar y zona geográfica, abarcando maternidad, hijo, hijo con discapacidad, prenatal, matrimonio, nacimiento, adopción y ayuda escolar anual. Por ejemplo, la asignación por hijo con discapacidad en familias con ingresos de hasta $891.041 alcanza los $187.379 en el valor general, llegando a $374.286 en zona 4.
Estos ajustes buscan preservar el poder adquisitivo de los beneficiarios frente a la inflación y mantener los ingresos mínimos de jubilados, pensionados y familias que dependen de las asignaciones sociales.