Si bien la Exhibición F1 dirá presente en el país durante todo el mes de abril, la adrenalina en pista y la velocidad de los monoplazas se ausenta desde 1998 en suelo argentino. El fenómeno Franco Colapinto puso en boca de todos, en especial de los fanáticos del automovilismo, el deseo de la vuelta de la Fórmula 1 con un Gran Premio a la Argentina. Así, con interés por parte de la Federación Internacional del Automovilismo (FIA), desde el Estado y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, pusieron las gestiones en marcha.
En el comienzo del año, Mohammed Ben Sulayem, presidente de la FIA, ya se había proclamado a favor de la importancia de Argentina en la máxima categoría internacional, y dejó en claro el atractivo que tendría un nuevo GP de este lado del océano: “Argentina fue, es y será un pilar. La Fórmula 1 no debería dejar Europa, porque fue dónde comenzó, pero hay que llegar al resto del mundo”.
Por parte del Gobierno Nacional encendieron las lamparitas y, con Daniel Scioli a la cabeza, comenzaron las negociaciones. El Secretario de Turismo, Ambiente y Deporte afirmó estar apuntando al 2027 para el desembarco del paddock: “Hay una posibilidad concreta porque se liberó una fecha. Los técnicos internacionales ya están evaluando el Autódromo de Buenos Aires«.
Modificaciones y rédito
El exgobernador explicó que la planificación consiste en la renovación del Oscar y Juan Gálvez, que tendrá que pasar por un proceso de reacondicionamiento para cumplir con los estándares y requisitos principales de la FIA. Dicha planificación deberá afrontar una inversión de aproximadamente unos 30 millones de dólares, provenientes exclusivamente de capital privado, y llevaría alrededor de dos años.
El circuito sufriría algunas modificaciones, ideadas por el ingeniero italiano Jarno Zaffelli, como la eliminación de la zona del lago y el agregado de rectas con dos zonas de DRS. Además, en cuanto a las instalaciones, se duplicaría la cantidad de espectadores en el predio, por lo que pasaría de 60 mil a 120 mil. Así también, el evento dejaría atrás el nombre de Gran Premio de la República Argentina, para tomar el de Gran Premio de Buenos Aires.
La Formula One Management (FOM) encabeza las negociaciones por parte del ente máximo, y ofrecería un contrato de cinco años por 40 millones cada temporada en la que el Autódromo de Buenos Aires albergue al Campeonato Mundial.
Las expectativas del Gobierno están puestas en la generación de turismo extranjero, a parte del apartado económico. Sin ir más lejos, el Gran Premio de Sao Paulo en Brasil, genera cerca de 500 millones de dólares y más de diez mil empleos.