Barcelona se resiste a quedarse de brazos cruzados ante la crisis humanitaria provocada por Israel en la franja de Gaza.
El alcalde de la ciudad, Jaume Collboni, anunció ayer que el Ayuntamiento doblará la ayuda a la UNRWA, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, que justo en estos momentos se encuentra en una situación financiera muy delicada debido la retirada de fondos desde el 2024 del que era su principal donante, Estados Unidos. De esta manera, de los 200.000 euros anuales que el Consistorio barcelonés destina actualmente a este organismo se pasará a 400.000. Este dinero no solo servirá para adquirir suministros básicos, como comida y medicinas, sino también para reforzar el servicio sanitario en la franja, sometido a una gran tensión desde que Israel inició su ofensiva militar.
Visita frustrada a Palestina
El alcalde, sobre el veto israelí: “Es anecdótico; lo grave es que la ayuda no entre en la franja”
“La situación en los territorios ocupados de Gaza es desesperada”, dijo para justificar su decisión el edil, quien eligió un lugar cargado de simbolismo para comunicar la medida: uno de los almacenes de ayuda humanitaria que la UNRWA tiene en Ammán, la capital de Jordania, el país que alberga un mayor número de refugiados palestinos (2,3 millones). Estas instalaciones están repletas de paquetes de alimentos, medicinas y demás productos básicos para la población gazatí, pero, debido al bloqueo que Israel ha impuesto en la franja, no pueden llegar a sus receptores. “La ayuda se queda aquí, no nos la dejan entrar en la franja”, lamentaba ayer Jonathan Fowler, portavoz de la UNRWA. “Está acumulando polvo, a la espera de que podamos distribuirla”.
La visita de Collboni al almacén de la UNRWA ya estaba prevista desde un inicio en el viaje institucional por Oriente Medio que tenía que haber comenzado el pasado fin de semana con sendas estancias en las ciudades palestinas de Belén y Ramala, pero se tuvo que adelantar después de que Israel decidiera vetarle al alcalde la entrada en el país, impidiéndole así realizar la primera parte de su itinerario. El Gobierno hebreo afirmó que su decisión era una respuesta al “boicot” promovido por el Ayuntamiento de Barcelona, en referencia a la decisión adoptada por el Gobierno municipal el pasado mayo de romper las relaciones institucionales con Israel y el hermanamiento de la ciudad con Tel Aviv como protesta por la situación en Gaza.
Situación de la UNRWA
Una crisis que “no tiene precedente”
La UNRWA atraviesa hoy “su peor momento”, asegura Jonathan Fowler, portavoz de la agencia. “La situación no tiene precedente”, añade, ya que la entidad se enfrenta a una triple crisis. Por un lado, Israel impide a la entidad entrar en Gaza y relacionarse con las autoridades hebreas en los territorios ocupados. Por otro, está la retirada de fondos por parte de EE.UU., en respuesta a las acusaciones por parte del Gobierno israelí de que trabajadores de la agencia habían colaborado en el ataque de Hamas del 2023. Y luego está la crisis humanitaria en sí causada por el bloqueo de Gaza. A ello hay que añadirle el riesgo que supone operar en la franja: “Ya han muerto 160 colegas”, detalla Fowler.
Ayer Collboni se pronunció por primera vez ante la prensa sobre la revocación de su visado por parte de las autoridades hebreas, y quiso quitarle hierro al asunto para poner el foco en lo que considera realmente importante: “El veto de Israel al alcalde de Barcelona es anecdótico”, dijo. “Lo que es de una gravedad cruel es que haya más de 6.000 camiones que no pueden entrar ayuda humanitaria en Gaza”.
Collboni –que llegó a Jordania acompañado por la segunda teniente de alcaldía, Maria Eugènia Gay–también quiso recalcar que su gira frustrada por territorio palestino no obedecía a un objetivo político, sino que su principal motivación era “favorecer y garantizar que los más de 1,5 millones de personas que viven aisladas en Gaza tengan acceso a la ayuda humanitaria”.
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Helena Pelicano

Asimismo, el alcalde se declaró sorprendido por lo que calificó de “posición sobreactuada” de Israel: “No pensábamos que éramos tan importantes. Pero demuestra que Barcelona es una ciudad escuchada desde hace muchos años”, dijo el edil socialista, quien también quiso recordar que la capital catalana mantiene un vínculo histórico con Palestina, que abarca más de tres décadas de colaboración con las principales ciudades de ese territorio.
El año pasado, el Ayuntamiento invirtió alrededor de 800.000 euros en proyectos de cooperación en Belén, Ramala y Gaza. Si a esa cifra se le añaden los 200.000 euros que destinó a la UNRWA, el presupuesto asignado al capítulo palestino alcanzó el millón.