El Ayuntamiento de Barcelona lamenta la falta de liderazgo de la Generalitat para abordar el creciente sinhogarismo. La proliferación de campamentos de personas que duermen al raso en diferentes enclaves de la ciudad evidencia la cronificación de esta situación. El recuento realizado por la Guardia Urbana y el trabajo de los equipos de calle municipales indican que, el pasado septiembre, 1.583 ciudadanos pernoctaban a la intemperie y en agosto, 1.615, lo que representa en ambos casos un incremento del 23% respecto al mismo periodo del 2024. Año tras año, aumenta este colectivo. La Xarxa d’Atenció a Persones Sense Llar de Barcelona (Xapsll), integrada por entidades sociales y el Ayuntamiento, contabilizó, en el 2008, a 658 hombres y mujeres malviviendo en la vía pública.
La cifra total de personas sin hogar en Barcelona se acerca a las 5.000 pues a las alrededor de 1.600 que duermen en la calle cabe sumar las que son acogidas en albergues y centros residenciales (2.860) y las que sobreviven en asentamientos barraquistas o en locales (500). Diez años atrás eran 1.672 y en el 2024, 4.365, un 13,6% menos, según informes municipales.
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El Ayuntamiento considera urgente que la Generalitat, además de destinar más recursos, ejerza sin más dilación una coordinación efectiva de los diferentes departamentos que deberían implicarse en la atención de este colectivo, no solo el de Drets Socials i Inclusió sino también los de Salut, Educació, Justícia o Territori, Habitatge i Transició Ecològica
Barcelona destina 51 millones, un 89% más que hace una década, para dar respuesta a este colectivo
El presupuesto municipal para mitigar el sinhogarismo se sitúa en los 51 millones de euros este 2025, lo que supone una subida del 89% respecto a una década atrás. Mediante el contrato programa la Generalitat ha destinado a Barcelona 8,4 millones de euros. En el conjunto de Catalunya se prevén abonar 17.
Por otro lado, el Ayuntamiento estima que este 2025 se gastará 38 millones para alojar a una media de 3.000 personas mensuales en los denominados alojamientos temporales de urgencia (ATU), de las cuales el 45% son menores de edad.
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La falta de implicación de la Generalitat ha creado malestar en el Ayuntamiento y piensan que únicamente con más recursos no se soluciona el problema; hace falta mucho más. Entienden que una respuesta eficaz debe implicar a varios departamentos y diseñar un abordaje integral y estructural del fenómeno. Más allá del asistencialismo, los expertos opinan que urge avanzar en la prevención y el empoderamiento para que los sintecho dispongan de herramientas que les permitan dejar la calle y encauzar su autonomía.
En Drets Socials dicen que es un tema competencia municipal pero que el Govern lo quiere liderar
Además de generar vivienda asequible, la eterna asignatura pendiente, juzgan que el liderazgo de la Generalitat debería solucionar déficits como una mejor gestión de las salidas de los centros de la Direcció General de Prevenció i Protecció a la Infància i l’ Adolescència (Dgppia) de los jóvenes cuando alcanzan la mayoría de edad y de las prisiones. La compleja inserción social y laboral de estas personas, muchas de las cuales no cuentan con una red familiar de apoyo, combinada con la dificultad de acceso a una vivienda o a una habitación los abocan a la calle.
Una investigación de la fundación Arrels del 2024 alertaba de que el 15% de las personas que dormían en la calle en Barcelona en algún momento de sus vidas habían sido tuteladas. El porcentaje se elevaba hasta el 41% en el caso de los menores de 25 años de edad al raso, según el informe Viure al carrer a Barcelona. Radiografia d’una ciutat sense llar , en base a las encuestas realizadas en el 2023 a 685 participantes. Respecto al origen, el 22% habían nacido en España y el 78% en otros países.
Desde el Ayuntamiento estiman que el sinhogarismo debería ser una prioridad de país y que no puede postergarse más la redacción de una hoja de ruta, una memoria económica y un calendario. Fuentes del Departament de Drets Socials i Inclusió recuerdan que este es un tema “competencia de los ayuntamientos”, pero aseguran que desde el Govern lo quieren liderar.
El Govern aprobó en marzo del 2022 el Marc d’Acció per Abordar el Sensellarisme que preveía destinar cerca de 98 millones de euros hasta este 2025, más de la mitad liquidados a través del contrato programa con los entes locales. El reto era reducir el número de ciudadanos que subsisten a la intemperie y el tiempo de espera para conseguir una cama en un albergue o en cualquier otro recurso residencial, a la vez que crear un sistema eficaz de recogida de datos para saber el número de personas sin techo en el conjunto de Catalunya. Drets Socials informa que de acuerdo con los datos facilitados por 40 áreas básicas de servicios sociales financiadas a través del contrato programa en el 2024 había en Catalunya 27.979 personas sin hogar, aunque no dispone del dato de los sin techo. Choca esta cifra pues, en el 2022, cuando se aprobó el marco de acción, el departamento habló de 60.000.
Tomando como referencia las 172 personas que pidieron acceder a recursos, el pasado mes de septiembre, casi la mitad llevaban en Barcelona menos de tres años y siete presentaban situaciones de alta complejidad en salud por precisar diálisis, por enfermedad mental, ceguera, discapacidad u otras dolencias graves. En agosto, el 46% de los solicitantes manifestaba problemas de salud orgánica, el 28%, mental y el 21%, adicciones. Otro dato relevante señala que el 15% de los ciudadanos sin hogar alojados en diferentes tipologías residenciales tiene un trabajo.
Desde hace años, el Ayuntamiento manifiesta sentirse solo a la hora de abordar este tema y reitera que la capital atrae cada vez más a personas sin hogar.
La plantilla de profesionales integrados en los equipos de calles especializados en sinhogarismo se ha incrementado en los últimos años hasta los actuales 175 trabajadores.





