
Barcelona
Nueva ofensiva policial en Barcelona contra la tiendas de marihuana, también conocidas como grow shops. Un dispositivo conjunto entre la Guardia Civil y la Guardia Urbana inspeccionó 17 negocios de este tipo hace un par de semanas en la capital catalana para comprobar si lo que se vendía se ajustaba a la normativa actual.
Como resultado, hay ocho personas investigadas y la policía ha intervenido 21 kilos de marihuana y más de dos mil productos relacionados con el cannabidiol (CBD), porque no estaban bien etiquetados, se desconoce su procedencia o se analiza en laboratorio si tiene un contenido de THC, el componente psicoactivo de la planta, superior al 0,3% permitido. La policía también encontró que en algunos locales se ocultaba droga en latas de refrescos, bombillas, pilas o mecheros mediante dobles fondos.
Al 40% de los establecimientos registrados se les ha abierto un expediente administrativo o se han identificado indicios de ilegalidad, ha explicado este miércoles el teniente coronel de la Guardia Civil Jorge Raúl Sáez en una rueda de prensa para presentar los resultados de esta operación policial. En el dispositivo participaron alrededor de 150 agentes que interpusieron 62 denuncias por diversas infracciones administrativas y ocho por tráfico de drogas.
Las tiendas inspeccionadas se ubican en Ciutat Vella y en otros puntos de la ciudad, como en el Eixample, Sant Martí y Sants-Montjuïc, tal como ha detallado el intendente de la Guardia Urbana Pedro José Jiménez.
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Entre el material intervenido también había chucherías elaboradas con derivados semisintéticos del principio activo del cannabis, como 38 chupachups. Tras la publicación en abril de una orden del Ministerio de Sanidad que prohíbe este tipo de golosinas por sus efectos nocivos en la salud al ingerirlos, el Ayuntamiento de Barcelona ha intensificado en coordinación con los diferentes cuerpos de seguridad su batalla para sacar de las tiendas de marihuana estos productos, sobre todo disponibles en las zonas turísticas del centro de la ciudad.

El delegado del gobierno en Catalunya, Carlos Prieto, en la rueda de prensa con el teniente coronel de la Guardia Civil Jorge Raúl Sáez, y el intendente de la Guàrdia Urbana Pedro José Jiménez.
ACN
Pese a su apariencia inocua y apetecible ya sea en forma de caramelo o galleta, las autoridades sanitarias alertan de sus efectos perjudiciales en la salud y cada vez atienden más casos por este motivo. Solamente los servicios del Hospital Clínic trataron 24 intoxicaciones el año pasado por la ingesta de estos productos, una cifra que se ha duplicado en dos años.
El delegado del Gobierno en Catalunya, Carlos Prieto, pidió no “banalizar” el consumo de marihuana o hachís y señaló que esta operación supone “un toque de atención” hacia estos establecimientos, de los que prevé inspeccionar también los del resto de Catalunya.