Barcelona echará mano de la inteligencia artificial para reducir el ruido del tráfico. Lo hará a partir de octubre con un sistema de cámaras que detectarán vehículos ruidosos y una plataforma con sensores acústicos. El Ayuntamiento, la Fundació BIT Hàbitat y Fira de Barcelona contrastarán la efectividad de estas iniciativas durante 18 meses y cada una contará con 100.000 euros de financiamiento.
El detector de ruido identificará al vehículo con cámaras acústicas y a través de una pantalla notificará al conductor si ha traspasado el umbral acústico permitido con el objetivo de generar un cambio. Por su parte, el sistema de la plataforma identificará fuentes de ruido en el territorio y avanzará posibles situaciones de tráfico que puedan generarse. La finalidad de los datos ofrecidos es la de asesorar futuras medidas a implementar.
Contaminación acústica
El 85% del ruido proviene de la movilidad
Ambas propuestas son las ganadoras de la convocatoria internacional que se abrió en febrero dirigida a reducir el ruido del tráfico. Complementan al plan de reducción acústica y al mapa de datos ambientales con acciones más precisas y de rápida actualización al incorporar inteligencia artificial.
Reducir el nivel acústico en la red viaria de Barcelona es uno de los cuatro retos de movilidad que se plantea el Ayuntamiento, al que atribuye el 85% del ruido generado en la ciudad. La seguridad motociclistas, el uso del carril bus con la información de las paradas y la distribución de las mercancías urbana son los otros tres ámbitos prioritarios.