Barracas Central ganó, se acomodó en la tabla y le dio otro golpe a Tigre, en un resultado que festeja Boca y compromete a Racing

Con un final que orilló el escándalo y en el que Leandro Rey Hifler debió suspender la visualización de una jugada en la pantalla para expulsar a un vehemente Ruben Insua en los minutos finales del partido, Barracas se quedó con los tres puntos que lo confirman como uno de los equipos que reclaman un lugar en cuartos de final del Torneo Apertura. La caída por 1 a 0 fue para Tigre la oportunidad perdida de pelear en la punta.

A los 15 minutos, el Guapo consiguió abrir el marcador. Jhonatan Candia coronó con un toque de primera a dos metros del arco, pero la jugada fue toda de Javier Ruiz que peleó una pelota sobre la banda izquierda, la barrió para que no se fuera y la empaló para luego mandar el centro al medio.

El final tuvo el pico de tensión del partido. Porque Barracas jugaba para defender el 1 a 0 y cuando al encuentro le quedaban minutos, el árbitro le dio un penal a la visita, por una mano de Kevin Jeppert.

Rey Hifler intentó hacer valer la zona de capitanes y fue a la pantalla y al inicio de la visualización debió interrumpirla por el reclamo airoso del entrenador de Barracas, con quien terminó cara a cara, separado por centímetros después de mostrarle la roja. Lo llamativo es que al instante anuló el fallo incial y no dio el penal, que era justamente lo que reclamaba Insua.

Solamente quedó tiempo para jugar los adicionales -fueron ocho-, en los que sucedió lo mismo que en el tiempo regular: Tigre buscó y buscó pero no encontró resultados. Pragmático, el equipo de Barracas sueña con afirmar el paso y clasificar al mata-mata que conduce a la final por el título.

Tigre buscó hasta el final, logró tener la pelota, ser protagonista y proponer, pero no pudo. Se quedó con las manos vacias en el tramo final y sin el entusiasmo para lo que resta, que si tiene Barracas a caballo del quinto triunfo que lo tiene cómodo en la zona de clasificación.