Barracas Central jugaba con Tigre un partido clave de la Zona A en busca de los octavos de final del Torneo Apertura 2025 y el Guapo lo ganaba 1-0 desde el primer tiempo por el gol del uruguayo Jhonatan Candia. Al partido le quedaban unos cinco minutos cuando se dio una polémica jugada, que terminó con un escandaloso encontronazo entre el árbitro Leandro Rey Hilfer y el técnico Ruben Darío Insua.
Barracas aguantaba aferrándose a los tres puntos que lo metía en zona de clasificación mientras que el Matador iba en busca de un gol y el empate para seguir dando pelea en la cima de la tabla. En ese contexto de lucha y resistencia, una pelota dentro del área del local provocó una decisión inesperada en el árbitro, sancionar un penal que no llegó a apreciarse a través de las cámaras de televisión.
Sebastián Medina, de Tigre, fue a pelear el balón y le salieron al cruce dos defensores de Barracas, Yonatthan Rak y Kevin Jappert. El de azul y rojo llegó a puntearla y la pelota hizo una extraña parábola, ¿que rozó el brazo de Jppert? Eso pareció ver Rey Hilfer, que señaló sin dudar el punto penal.
Allí comenzó el caos en Sarandí, la cancha de Arsenal donde Barracas Central actúa como local mientras amplía su estadio en el sur de la ciudad de Buenos Aires. Es que los jugadores de rojo y blanco se le fueron al árbitro, sin entender lo que había sancionado.
Además, en el arranque de la jugada, Nahuel «el Perrito» Barrios pidió una falta que el juez no sancionó. El ex San Lorenzo en realidad se había tirado, algo que pudo comprobarse con las repeticiones de TV. Lo que no se observaba con certeza era la supuesta mano de Jappert, ni un toque abajo que pueda creerse como una patada a Medina. Por eso, Nicolás Ramírez, a cargo del VAR, decidió llamar a su colega.
Rey Hilfer corrió hacia el monitor del VAR sacándose jugadores de encima que se acercaban a protestarle, demostrando que aquello de la llamada «zona de capitanes» fue una buena idea que no llegó nunca a la realidad.
Pero el que más se sacó fue Insua, quien no podía entender que su equipo estaba siendo víctima de una injusticia. Para el Gallego, la jugada no debió existir porque él estaba convencido, erróneamente, de que al Perrito lo habían bajado.
Se le puso cara a cara a Rey Hilfer, quien no dudó en sacarle la tarjeta roja al siempre medido entrenador, quien esta vez mostró que es humano y se sacó como nunca.
— SportsCenter (@SC_ESPN) April 12, 2025
Lo más insólito de todo esto es que el árbitro por fin pudo ver la jugada en el monitor y corroboró que se había equivocado al cobrar el penal por lo que regresó a la cancha y corrigió su decisión. Insua ya estaba en las duchas: su reclamo había sido innecesario.
— SportsCenter (@SC_ESPN) April 12, 2025
Unos minutos después el pitazo final de Rey Hilfer, que venía de un polémico arbitraje en Lanús vs Independiente la semana pasada, decretó la victoria de Barracas Central por la mínima ante Tigre.