Benjamín Vicuña volvió a Buenos Aires tras haber pasado seis días en el sur del país junto a su familia. El actor aprovechó unos días de descanso acompañado por su pareja, Anita Espasandín, sus hijos y los de ella, en una postal que sorprendió porque también coincidió con Pampita, su ex y madre de cuatro de sus hijos. Todo esto se dio poco después del escándalo mediático desatado por La China Suárez, quien días atrás lo acusó públicamente de “adicto” y de “mal padre”.
A su regreso, LAM (América TV) lo interceptó en Aeroparque y allí Vicuña habló brevemente con el móvil del programa. Aunque evitó profundizar sobre los dichos de su ex pareja, dejó definiciones importantes que muestran cómo transita este momento complejo.
Consultado sobre qué herramientas personales y psicológicas utiliza para afrontar los momentos duros de la vida, respondió: “Preocuparse de las cosas importantes, ¿no? Hacer foco en mis hijos, en mi familia, en mi trabajo y seguir”. Cuando le preguntaron qué siente al no recibir la misma mesura del otro lado, fue claro: “No me puedo hacer cargo de eso. Ya lo dije, no voy a hablar de eso”.

Al ser consultado sobre si las acusaciones públicas de La China eran uno de los peores dolores que se pueden vivir como padre, Vicuña contestó con serenidad: “No, hay dolores muchos más fuertes”, en lo que pareció una referencia velada a Blanca, su hija fallecida. En ese sentido, sobre su relación actual con la ex Casi Ángeles, el actor confirmó que no hay diálogo y que todo está en manos de abogados: “Sí, es una pena, pero bueno, son cosas que pasan”.
También se refirió al apoyo incondicional de su actual pareja, Anita Espasandín. Luego de que el movilero le leyera un mensaje que ella le envió en su momento, en el que lo defendía como padre y lo describía como un hombre sano, Vicuña respondió: “Es que ni siquiera vale la pena aclararlo, porque la verdad que está clarísimo. La gente que me conoce sabe”.
Por último, sobre la convivencia armónica que vivieron en el sur con sus hijos y con Pampita, Vicuña explicó: “Fuimos todos los que están en este auto, también fui con mi novia, con mis hijos, con los hermanitos de Anita, como corresponde, como tiene que ser. Y como es el espíritu siempre de la familia ensamblada, de lo que venimos haciendo los últimos, no sé, siete, diez años. Mucho tiempo. Y es lo que espero que, de alguna manera, pronto, en algún momento, se pueda restablecer”.