La Libertadores seduce siempre con el encanto de la gloria. Sin embargo, para Boca es un amor no correspondido desde 2007. Y el año pasado, ni siquiera estuvo en la cita. Debió conformarse con la Sudamericana y tampoco logró conquistarla. Por eso ahora mismo, justo cuando la Copa le vuelve a dar una oportunidad, no puede volver a fallar. El camino será más largo, pero la meta sigue siendo la misma, alcanzar la séptima. Y este martes, ante Alianza Lima en Perú, dará su primer paso.
No será sencillo el tránsito hacia la zona de grupos, que comenzará la primera semana de abril. Antes, deberá sortear este mano a mano con el conjunto incaico que dirige Néstor Gorosito. Si supera esta instancia, jugará otros dos partidos en marzo ante el ganador de la llave que disputarán Santa Fe de Colombia y Deportes Iquique de Chile.
En los últimos 18 años, Boca sólo se ausentó en cinco ediciones (2010, 2011, 2014, 2017 y 2024) y se quedó en la puerta de la séptima en tres oportunidades (2012, 2018 y 2023). Cuatro veces llegó a las semifinales (2008, 2016, 2019 y 2020). Quedó afuera en cuartos en 2013 y en octavos en 2009, 2015 y 2021.
“Quiero la Libertadores”, es la exigencia que baja desde las tribunas de la Bombonera y Juan Román Riquelme, el último héroe en este lío, lo tiene claro. Y aunque el presidente-ídolo relativice las decepciones de los últimos años, valorando por encima de todo haber llegado a la final con Fluminense en 2023, no desconoce la realidad. Por eso invirtió 25.000.000 dólares en incorporaciones.
Con la excepción de Ander Herrera, quien llegó libre desde el Athletic Bilbao, desde la tesorería de Brandsen 805 se pagó por Agustín Marchesín (1.500.000), Rodrigo Battaglia (1.600.000), Ayrton Costa (3.500.000), Williams Alarcón (3.600.000), Carlos Palacios (4.800.000) y Alan Velasco (10.000.000). Desde la repatriación del propio Riquelme que no hacía una erogación de esta magnitud por un refuerzo. El entonces presidente Mauricio Macri no dudó en acordar un contrato europeo, quien dejó Villarreal para ponerse al frente de la conquista de América.

“Vamos a jugar nuestra final en Perú contra un equipo con grandísimos jugadores de mucha experiencia como (Paolo) Guerrero, (Miguel) Trauco y (Carlos) Zambrano. Pueden estar un poco más lentos que en otro momento pero, cuando se sabe jugar, se sabe jugar», dijo Román antes de subirse al avión con destino a la capital peruana.
Boca llegó el domingo a la noche con el impulso de dos victorias consecutivas que, de todos modos, lo interpelan. El nivel que mostró en las primeras seis fechas del campeonato, incluidos los triunfos ante Independiente Rivadavia y Banfield, tuvo demasiados claroscuros. ¿Cuánto tendrán que ver los constantes cambios de Fernando Gago? Hasta ahora, utilizó 27 jugadores y nunca pudo encontrar el equipo de memoria, a decir de Alfio Basile. El técnico justificó su decisión en la seguidilla de partidos.
El plantel está diezmado y con bajas de peso. Sergio Romero (intervenido en la rodilla derecha) y Nicolás Figal (operado en el tobillo izquierdo) ya estaban fuera de la nómina desde el año pasado. En las últimas horas, se conoció la lesión en la espalda de Edinson Cavani, el capitán y goleador. Tampoco estará Marcos Rojo, de ausencia recurrente y con apenas 45 minutos ante Argentinos Juniors sobre 720 posibles. Ander Herrera (isquiotibial derecho), Tomás Belmonte (gemelo izquierdo) e Ignacio Miramón (cuádriceps derecho) se desgarraron, dejando un hueco muy importante en el mediocampo. Y para colmo, no estará Luis Advíncula, expulsado ante Cruzeiro en los octavos de final de la Sudamericana del año pasado.

En este contexto, el técnico está evaluando media docena de cambios respecto al choque con Banfield en el Florencio Sola. Dos serán en la defensa, donde el peruano no podrá jugar por la suspensión. Su reemplazante será Juan Barinaga. En el otro lateral, Lautaro Blanco le dejará su lugar a Marcelo Saracchi, habitualmente titular en el andarivel izquierdo.
En la mitad de la cancha se sumarán Rodrigo Battaglia, quien tiene la doble función de zaguero-volante, y Williams Alarcón. El chileno ingresó en el segundo tiempo del partido del viernes. Esa noche, arrancó con Exequiel Zeballos, Milton Giménez y Velasco. Miguel Merentiel pide pista. ¿Jugará de “9” o se ubicará como extremo?
Hay otra posibilidad y más firme: el ingreso del chileno Carlos Palacios en el rol de enganche y las salidas del Changuito y el ex delantero de Independiente y Dallas FC. De este modo, cambiaría el esquema de 4-3-3 a 4-3-1-2 con dos tanques de área.
Todavía no está resuelto y Gago no suele dar muchas pistas hasta momentos antes del partido. Se sabrá esta noche, cuando Boca vuelva a la arena internacional con un objetivo muy claro, llegar al a la gran final del 29 de noviembre, más allá del tentador Mundial de Clubes que deberá disputar desde el 14 de junio en Estados Unidos.