En una secuencia de la película Las vírgenes suicidas, el señalado debut de Sofia Coppola como realizadora, el médico le dice a Cecilia, la más pequeña del trágico clan familiar: “Eres muy joven para saber lo mala que es la vida. Ella responde: “Obviamente, doctor, usted nunca ha sido una chica de trece años”. No es extraño que la exposición Girls: On Boredom , Rebellion and Being In-Between que presenta el museo de la Moda de Amberes recree el dormitorio de las hermanas Lisbon, las trágicas protagonistas de la película como símbolo de esa etapa, el tránsito de la infancia a la adolescencia, donde ese espacio íntimo sirve de refugio para los fantasmas y deseos que pueblan los sueños de las niñas.
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