La novela que inició en Bragado la semana pasada con la denuncia de la concejala libertaria Sabrina Gulino, que acusó a las autoridades de su propio bloque de no dejarla acceder a su banca, sumó un nuevo capítulo signado por un papelón institucional: el Concejo anuló por completo una sesión.
Para entender el porqué de esta curiosa medida, hay que remontarse al 8 de abril cuando la edil Gulino apuntó contra sus dos compañeros de bloque de La Libertad Avanza, Daniela Monzón y Germán Díaz. Sucede que, cuando alguno de ellos pide licencia, es a Gulino a quien le corresponde ocupar el lugar vacante, pero eso no ocurrió en la pasada sesión del Concejo Deliberante.
“En el primer lugar está Monzón, en el segundo Díaz, tercera estoy yo y cuarto, Maximiliano Moragas, quien asumió en la sesión pasada de forma ilegal. Se cometieron los delitos de abuso de autoridad, incumplimiento en los deberes de funcionarios públicos y la usurpación de título”, fustigó la balcerceña.
En ese sentido, esta semana el titular del Legislativo de Balcarce, Germán Marini, convocó a la primera sesión especial del año en la que los ediles acordaron dejar sin efecto la asunción de Moragas y anular la sesión del pasado 3 de abril. La decisión fue aprobada por mayoría, pese al faltazo de la oposición cambiemita que decidió no asistir al recinto en señal de desacuerdo con el tratamiento del tema.
Con ánimos de darle una salida institucional al escándalo, los concejales de Bragado fijaron la próxima sesión para el lunes 21 de abril a las 18, la cual servirá para que Gulino asuma su banca como interna en reemplazo de Monzón, que ya pidió una nueva licencia para que se produzca ese enroque. Lo cierto es que, gracias a la polémica, Gulino abandonó la bancada de La Libertad Avanza.

“Hubo una prisa importante para poder ingresar la nota por administración con el pedio de licencia de Monzón debido a una situación familiar que tenía la concejal. En el escrito estaba especificado quien debía asumir y esto estaba firmado por la propia Monzón que a su vez en la presidente de su bloque. Hubo falta de comunicación entre los concejales de ese espacio“, deslizó el titular del Concejo de Bragado.
La historia del escándalo legislativo en Bragado
Según lo que expone Gulino, en la sesión de principios de abril que fue dejada sin efecto por el Concejo, Monzón y Díaz ordenaron que Moragas sea la persona que funcione como concejal libertario. “Él sabía que asumió ilegalmente, yo no tuve notificación oficial ni del Concejo, que tiene responsabilidad institucional, ni de la presidenta de bloque”, disparó.
“Esta es una maniobra política. Las sesiones se transmiten por Youtube y justo esta no se transmitió. La información que tengo es que no había internet. Yo ya funcione como concejal interina por 12 días en febrero. Es muy raro todo, hay muchas casualidades”, dispuso Gulino.
Es que, lo que la dirigente libertaria sospecha, es que Monzón y Díaz colocaron a Moragas para poder acordar con el intendente peronista, Sergio Barenghi, la sanción de un convenio con la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo. En la sesión, La Libertad Avanza se abstuvo de votar, por lo que la aprobación corrió a cuenta del titular del Concejo, que desempató la votación.
“En esa sesión estaba el convenio con la Universidad, en el que mi voto hubiese sido negativo, no me hubiese abstenido como ellos. Los dos de La Libertad Avanza, Monzón y Díaz, están negociando con el Gobierno municipal. Ya hubo antecedentes”, evaluó Gulino.

Ante esta situación, la concejala suplente de Bragado anunció su rompimiento con La Libertad Avanza, presentó una queja en el Concejo Deliberante para que se anule la sesión (algo que sucedió esta semana) y también llevó la situación al Tribunal de Cuentas bonaerense debido a que “ahora hay un tema en el presupuesto para los ediles”.
“Acá no se trata de paridad de género, lo mío es por orden de lista. Cada vez que están en campaña o gobernando se jactan de las instituciones, el haber cometido estos delitos es pisotearlas. Cuando presento la queja ante el Concejo, Monzón me pidió disculpas y se excusó. Si tuviese tiempo para mandar ese mensaje, me hubiese llamado para que asumiera la banca”, finalizó Gulino.