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domingo, febrero 23, 2025

Brian de «Gran Hermano» recuerda su dura infancia y cómo eran sus días como vendedor ambulante en el tren, y analiza la casa desde afuera

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El joven que se perfilaba como uno de los fuertes candidatos para llegar a la final de Gran Hermano (Telefe) salió de la competencia después de dos meses. Asegura que se enfocó de lleno en el juego, pero una reñida placa lo dejó fuera del reality, con un sueño a medias: darle una casa a sus tres hijos.

En charla con Revista GENTE, Brian Alberto cuenta a profundidad su historia de vida. Con una infancia con muchos momentos felices, pero también con algunos episodios que siguen en su pensamiento hasta hoy: «Nunca pudimos ir de vacaciones», recuerda.

Hay algo en lo que es muy insistente: no quiere victimizarse al hablar de los desafíos que ha tenido en la vida, como que a los 14 años comenzó a vender golosinas en el tren de San Martín y que hoy sueña con poder darle un futuro mejor a su familia.

En el shotting exclusivo de GENTE.

¿Cómo te sentís después de salir de la casa tras dos meses?

-Es una locura, una locura, no caigo todavía, es como una realidad paralela. Pero nada, disfrutando a full, disfrutando al cien por ciento de todo esto que me cambió un montón, pero para bien.

Ahora que salimos a hacer las fotos varias personas se acercaron a saludarte. ¿Ya te acostumbraste a estos arrebatos de la fama?

-No, es muy loco. Igual como va ocurriendo de a poquito, porque del hotel también voy saliendo de a poquito, te vas adaptando cada vez más, pero es raro. Es raro, pero para bien, ¿eh? Me encanta, pero soy yo, Brian, o sea, no me siento famoso.

¿No te imaginabas alcanzar ese nivel de popularidad en el reality?

-No, la verdad que no. De hecho el otro día le dije a la producción que me podía ir en tren, y me dicen ¡Noo, ya no podés! No tomo dimensión de lo que genera todo esto.

A pura sonrisa: uno de sus sellos.

El fuerte vínculo con sus tres hijos y su deseo de darles una casa

El otro día, al llegar al estudio, se te vio emocionado cuando abrazaste a tu mujer y tus hijos…

-Fueron muchas emociones a la vez… los extrañaba un montón. Ellos eran mi motivación para continuar en la competencia y avanzar por mi objetivo. Por ellos lo daba todo en el programa, porque quería ganar, la verdad que quería ganar, y si no ganaba, al menos no quedarme con las ganas de haber dado todo.

¿Te costó estar distanciado este tiempo?
-Muchísimo. Sabía que iban a estar algo tristes durante mi tiempo en la casa porque soy un papá muy presente… en mi día a dia. Los llevaba al colegio, me iba a trabajar, los iba a buscar, los llevaba a entrenar, me iba a trabajar de vuelta. Manejaba mis horarios y eso hacía que esté mucho tiempo con ellos. DE repente fue algo muy muy duro la falta de contacto con ellos durante dos meses.

¿Qué te dijeron cuando te vieron? Son muy chicos todavía.

-El mayor (Bayron), que me extrañaba pero que quería que siguiera jugando en la casa, que los amiguitos del club le decían: “Tu papá es famoso” (risas). Eliseo, por su parte, andaba un poquito celoso por todo lo que está pasando, pero apenas los vi se me pegaron los tres con un abrazo hermoso.

«Mi gran objetivo ahora es hcaerme una casa en el terreno donde vivo con mi familia«, adelante Brian.

¿Cuál era tu plan en caso de ganar el premio?
-Mi objetivo era poder hacerme una casa… No gané, pero siento que con toda la exposición que me está dando Gran Hermano y las oportunidades, lo voy a lograr. Quiero comprarme un terreno.

¿Donde vivís ahora?

-En San Miguel, en el fondo de la casa de mi mamá. Tengo levantado un metro cincuenta de pared, pero de todas maneras quiero edificar ahí atrás también y de último eso le quedaría a mi hermana. Mi prioridad es poder darles una casa a mis hijos, que es el sueño de cualquier padre que labura por su familia.

La infancia de Brian: «No nos faltaba para comer, pero tampoco nos sobró»

Conocemos al Brian de ahora pero contanos de tu familia ¿cómo fue tu infancia? ¿cuántos hermanos tenés?

-Soy el hijo mayor de mi s padres. Ellos se separaron y después que mi mamá se casó y llegó mi hermana Morena, mientras que mi papá tuvo otros cinco hijos: Kevin, Denise Emiliano Benja y Tony.

¿Qué recuerdos tenés de tu infancia?

-Que viví una infancia muy linda, no me quejo. Una infancia feliz, donde salía a jugar a la pelota ni nunca pasé hambre, una infancia normal. Tengo recuerdos muy presentes de mi mamá: tapándome para irme a dormir, dándome las buenas noches, mirando tele en familia, tomando un té con pan para irme a colegio…

«Yo sólo fui una vez de vacaciones, mi mamá no conoce la costa, mi mujer fue una vez, mis hijos todavía no conocen», confía el ex participante de Gran Hermano.

¿Y soñaste en algún momento con estar en la televisión o en un reality?

-No, para nada..

¿Cambiarías algo de lo que vivió ese Brian de niño?

-Si bien nunca nos faltó comida en la mesa, tampoco nos sobró. Por ejemplo, yo sólo fui una vez de vacaciones, mi mamá no conoce la costa, mi mujer fue una vez, mis hijos todavía no conocen… Son cosas que no me gusta contar mucho.

-¿Por qué?

-Porque no las considero tan importantes y sé que a mucha gente le pasa también. Trato de pensar que si bien no se ha posido, seguramente con mucho trabajo y sacrificio a partir de ahora podré hacer todo eso con mis hijos.

En la casa contaste lo mal que te ponía no poderle dar a tus hijos todo lo que querían o necesitaban…

-A ver: yo fui chico también y tal vez en algún momento quería una bicicleta y mis papás llegaban económicamente para darme la patineta. Un padre hace todo por los hijos, y más cuando saben que se lo merecen, como mis hijos que son amorosos, agradecidos, humildes. Que igual se sienten felices con lo mucho o poco que pueda darles. Pero uno quiere más como padre, siempre, satisfacerlos más. Para mí ya que tengan siempre para comer es una bendición, y lo tomo así.

Brian dixit: «Creo que mi historia es similar a la de más de la mitad de la sociedad».

Igual, no es tan poco común no obtener todo lo que se quiere…

-Totalmente. Creo que mi historia es similar a la de más de la mitad de la sociedad, porque es lo que vive es un montón de personas que no llegan a fin de mes en nuestro país. Es una realidad, no me gusta que me vean como “pobrecito”. Soy un laburante más, que sale todos los días a ganarse la vida, pero bueno, la situación también te limita de ciertas cosas.

Siempre aclaraste eso, que no querés victimizarte con tu historia…

-Es una historia normal como la de cualquier persona que busca sacar a su familia adelante. Me tocó contarlo porque al entrar a Gran Hermano te exponés, pero no suelo profundizar en los detalles de mi vida. Obvio tengo muchas cosas tristes para contar, pero prefiero siempre enfocarme en lo positivo. En la vida siempre van a existir cosas buenas y cosas malas.

El día a día como vendedor ambulante en el tren San Martín

¿Cómo llegaste a trabajar en el Ferrocarril San Martín?

-Mi papá era vendedor ambulante, se separó de mi mamá y yo quedé con ella en una casa que era antigua… Estaba hecha con barro. No nos faltaba para comer, pero llegábamos con lo justo y le dije a mi papá: “Quiero hacer algo para ayudar. Quiero ir al tren a vender”.

¿Cuantos años tenías?

-14. Arranqué a trabajar pero era muy chico todavía, así que cuando comencé a ver dinero también lo malgasté mucho. Me iba a casa de mis amigos, salía con ellos. Me arrepiento porque con esa plata hubiese podido hacerme un piso al menos. Pero no tenía la madurez de ahora. Por eso tampoco me victimizo, porque cada uno vive las consecuencias de sus acciones. Yo no terminé el colegio, por ejemplo, y traje al mundo a tres hijos. No me arrepiento, obvio, pero estoy súper consciente que con la situación actual es complicadísimo sacarlos adelante.

«Yo siempre llevo el trabajo por el lado del humor», afirma.

¿Cómo es el día a día de un trabajador en el tren?

-Hay días de días, como cualquier trabajo. Yo trato siempre de llevarlo por el lado del humor, sacarle una sonrisa a la gente, conectar con ellos, entender que también pueden tener un día complicado mientras vuelven a sus casas después del laburo. Capaz que no me compran, pero cuando me vean se acuerdan: ‘Ah, éste me sacó una sonrisa’. Hay que ponerle actitud y demostrarle a la gente que estás laburando con respeto y ofreciéndoles lo mejor.

Otra vez en la calle, tra sus dos meses en el programa.

¿Te da para cubrir todos los gastos con este trabajo?

-Como está la situacion, que mis hijos, mi mujer y yo tengamos las cuatro comidas al día con ese trabajo es una bendición: podemos pagar la despensa y cubrir los gastos de los chicos. No podemos avanzar con la casa, pero un montón de gente tampoco puede. Eso no significa que pierda la esperanza de lograrlo. Vivimos en una casilla, pero hay gente que vive debajo de un puente. Nosotros estamos bien, como cualquier familia argentina que viene de abajo.

En una charla decías que si bien es un trabajo que hacés con orgullo, no te gustaría que tus hijos tuvieran que vender golosinas al tren…

-Si yo les puedo evitar las cosas que viví y que no cometan los mismos errores que cometí, lo voy a hacer… Quiero lo mejor para mis hijos, que estudien, sean buenas personas, que construyan para arriba del techo que yo les deje, y no hablo sólo de lo material…

La propuesta de casamiento de su mujer y la euforia de su madre

¿En qué momento aparece Luciana en tu vida? La vimos entrar vestida de novia a la casa de Gran Hermano…

-Yo iba a una iglesia cristiana y me encantó el lugar, la humildad del pastor, la gente, todo… Ahí la vi a ella, pero después por cosas de la vida yo me alejé, dejé de ir. Sin embargo la encontré en Facebook y comenzamos a hablar por ahí. Fue así que comenzó la historia de amor más linda que tuve y espero que sea para el resto de mi vida.

¿Qué sentiste cuando te pidió casamiento frente a todo el país? Porque era un «congelado», no podías ni moverte…

-Fueron un montón de emociones en segundos. Trataba de no moverme, trataba de concentrarme, pero no podía, al verla así vestida frente a mí… quería preguntarle por los chicos, cómo estaba todo… Fue un momento muy lindo, no me arrepiento de haberme movido y ganar esa sanción, porque todo lo que se vio fue real.

Brian por Brian.

¿Y cómo es el vínculo con tu mamá, a quien también vimos bancarte mucho?

-Yo amo a mi mamá, pero tiene una manera confrontar que yo no comparto mucho.

¿Lo decís por los mensajes que publicó en redes en contra de una de tus compañeras?

-Sí, claramente antes de entrar al programa le dije que no se enganchará con los comentarios, porque sabía que podía encontrarse con hate en redes, pero ella se hace la picante. Lo hace por su instinto de mama de salir a defenderme, cuando yo siempre trate de explicarle que era un juego. Igual, la amo tal cual es, y no me enojé con ella por lo que dijo o publicó.

¿Creés que eso te pudo haber afectado para que finalmente salieras de la casa?
-No sé… puede ser que sí, porque la gente se agarra de cualquier cosa para sacarte. Pero no quiero culpar a mi mamá de mi eliminación sabiendo que yo como jugador también tuve mis errores. Me tengo que hacer cargo y reconocer que si la gente me sacó fue por un conjunto de cosas malas pude haber hecho dentro del juego.

Brian analiza su paso por Gran Hermano

Ahora que estás afuera, ¿pudiste analizar tu paso por la casa? ¿con qué te quedas de esta experiencia?

-Entendí que hay gente que te va a querer y otra que no: tenés que ser consciente de eso, que cada uno tiene su punto de vista y no necesitas convencer a nadie de lo que sos. Mientras tenga mis pensamientos claros y mis convicciones claras, voy a seguir por mis objetivos, porque esto es una carrera individual.

¿Hasta qué punto era un juego para vos, y qué crees que faltó mostrar realmente de Brian?
-Creo que mostré todo y que el juego que hice fue precisamente ése, mostrarme tal cual era, hacer vínculos reales con mis aliados ahí adentro, divertirme y divertir a la gente.

En el estudio de Grupo Atlántida.

Si tuvieras que elegir a tres candidatos para la final ¿a quiénes postularías?

-Aunque falta mucho y las cosas pueden cambiar fácilmente hoy yo vería una final con Tato, viene muy bien, lee y juega muy bien. Chiara es muy inteligente y astuta. También me encantaría Lourdes o Martina. Y creo que una gran sorpresa puede ser Juan Pablo, la gente lo va a terminar queriendo, porque es muy buena gente, y aunque pareciera que todo le sale mal, es muy inteligente y la tiene muy clara en el juego.

Luciana quedó fuera de los diez más votados esta semana de votos positivos ¿Qué crees que pasó?

-En la casa se habla y se comenta que El Tridente lee muy bien el juego y tiene mucha banca afuera, pero adentro en realidad Luciana no hace mucho, y si eso se empieza a ver afuera quedará como una planta. Y sí, el concepto que yo tengo de planta es algo similar a lo que hacía Luciana dentro del juego.

Fotos: Chris Beliera

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Redacción

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