Tener dos o más de estos síntomas durante aproximadamente 2 a 4 semanas de forma continua y persistente puede indicar agotamiento mental.

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La Asociación Internacional para el Control del Estrés y la Tensión (ISMA Brasil), señaló que el 70% de los trabajadores en Brasil enfrentan síntomas de agotamiento en el ámbito laboral. Esto coloca al vecino país en el segundo lugar del ranking mundial de esta enfermedad, solo detrás de Japón, una región conocida por su rutina laboral intensa y alta productividad.
Los expertos señalan que esto es un efecto de la pospandemia, donde la mayoría de los trabajadores migraron al home office, y las presiones por resultados, así como el exceso de trabajo y la falta de equilibrio entre vida personal y profesional, se incrementaron y desestabilizaron.
La psicóloga, psicoanalista y especialista en trastornos graves de las psicosis, Luciana Inocêncio, afirma que el burnout puede manifestarse en la dificultad para realizar tareas laborales que antes se hacían con maestría. Un cansancio extremo al llegar a casa o al trabajo, falta de voluntad para trabajar, no sentirse satisfecho con lo que se hace, sentirse ineficaz o incompetente. Y el principal síntoma de alerta: miedo y temor al trabajo, tan grandes e intensos, que pueden desencadenar situaciones extremas como crisis de ansiedad y pánico.
«Quien manda en el cuerpo es la mente, y si ella se detiene, el cuerpo también se paraliza. Es como un aparato para medir la presión, pero, a diferencia de esta, no podemos medir o reducir nuestro estado psicológico. Si no paramos y lo tratamos, solo empeora», explica.

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Entre los principales síntomas del burnout, además del agotamiento extremo relacionado con el trabajo, fatiga y miedo, están:
- Despersonalización: la persona comienza a tener pensamientos y actitudes negativas.
- Reducción de la realización personal: cree que ya no es suficiente, eficaz o capaz de desempeñar su trabajo como antes.
- Distanciamiento afectivo: tanto con compañeros de trabajo como en vínculos personales y familiares.
- Indiferencia hacia el trabajo, insomnio, irritabilidad, dolores musculares, problemas gastrointestinales.
- Crisis de ansiedad y pánico (uno de los principales motivos por los que las personas buscan ayuda médica).

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Las cinco señales para saber cuándo es momento de parar, pedir ayuda psicológica, psiquiátrica y, tal vez, un alejamiento laboral:
- Sensación de incompetencia y cansancio al realizar el trabajo que siempre hiciste.
- Intolerancia hacia cualquier tema laboral en momentos de descanso o días libres.
- Perder las ganas de levantarse para trabajar y entristecerse por ello.
- Los pensamientos negativos sobre el trabajo comienzan a causar aislamiento social.
- Malestar físico al recordar el trabajo (dolor de cabeza, náuseas, miedo).
«Suelo decir que el burnout devasta a la persona poco a poco. Empieza con cansancio, ataca su salud mental, ya no te sientes capaz, no tienes ganas de hacer nada, ni siquiera salir con amigos, y cuando menos lo esperás, estás destruido por dentro y por fuera», analiza la psicóloga.
O Globo – GDA
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