El CAF – Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe invertirá un total de 2.500 millones de dólares para impulsar la economía azul en América Latina, en el marco de una estrategia que otorgará financiamiento para iniciativas como las que impulsa Uruguay, que analiza lanzar instrumentos financieros orientados a movilizar recursos hacia la protección de ecosistemas marinos y costeros.
Estos denominados bonos azules, como los que pretende adoptar el gobierno, forman parte de la estrategia de desarrollo sostenible de CAF, que prevé además la provisión de recursos y mecanismos de inversión, incluidos otros instrumentos innovadores como los créditos de biodiversidad marina y los canjes de deuda por naturaleza.
Se trata de una inversión millonaria hasta 2030, anunciada en el Blue Economy and Finance Forum (BEFF) de Mónaco, uno de los eventos celebrados en torno a la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano (UNOC3), con la mira puesta en preservar los océanos.
A eso le suma acciones como incentivar el turismo responsable, fomentar la pesca artesanal, gestionar los litorales de la región, conservar y restaurar ecosistemas marinos, desarrollar tecnologías limpias y energías oceánicas renovables, descarbonizar puertos y transporte marítimo y, en definitiva, potenciar la economía azul y las comunidades locales de América Latina y el Caribe.
Si bien todavía no se conoció el destino de los fondos, se informó que responderá a los planteamientos de la nueva estrategia de CAF en economía azul que impulsa la sostenibilidad.
Las líneas de inversión para el desarrollo sostenible
En ese contexto, el organismo multilateral contempla varias líneas de trabajo, como la de recursos marino-costeros, que incluye gestión o aprovechamiento de recursos marino-costeros para fines productivos o comerciales, así como la conservación y restauración de ecosistemas marinos.
Otra es la línea de energía azul, que incluye promoción, investigación y desarrollo de energías renovables provenientes del océano y aprovechamiento de estas energías para reducir la huella de carbono de las actividades marino costeras
En cuanto a la línea de turismo y recreación, vincula la promoción de prácticas turísticas y recreativas responsables que protegen y conservan los ecosistemas marino-costeros. Generación de beneficios económicos para ciudades y comunidades locales.
Otra posibilidad es la línea de innovación y tecnología, que comprende la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías para la explotación y aprovechamiento sostenible de los recursos marino-costeros. Incluye también la biotecnología marina, la ingeniería de estructuras offshore, la infraestructura digital, del desarrollo de datos, entre otros.
Finalmente, la línea de institucionalidad se enfoca en fortalecer la gobernanza y las capacidades institucionales para la gestión sostenible de los recursos marino-costeros, sumando la consolidación o creación de marcos legales, políticas públicas coherentes y articulación entre actores públicos, privados y comunidades.
La estrategia de Uruguay
En ese marco, los ministerios de Ambiente y de Economía y Finanzas (MEF) buscan replicar el éxito del Bono Indexado a Indicadores de Cambio Climático (BIICC). Al respecto, la directora de Cambio Climático, María Fernanda Souza, manifestó que se investiga y se genera “una hoja de ruta para poder emitir bonos azules”.
“En el momento que los generemos van a ser lanzados a nivel internacional con características similares a la del bono verde, con la particularidad de que ese dinero tiene que ser utilizado en sistemas costeros, marinos y acuáticos», detalló semanas atrás en diálogo con EFE.
Para Souza, «esto tiene que ver con que Uruguay es un país que tiene alta vulnerabilidad al cambio climático, sobre todo en su zona costera, porque es donde está la concentración poblacional” y apuntó: “Entonces, allí es donde tienen que centrarse nuestros esfuerzos de adaptación y de reparación de pérdidas y daños».
En ese sentido, recordó que el país “se encuentra en una posición de liderazgo» en materia de políticas sobre energías renovables y recordó: «Tenemos líneas de trabajo en energía, líneas de trabajo vinculadas a los objetivos de mitigación, es decir, de disminución de la emisión de gases de efecto invernadero en el sector agrícola ganadero, en el sector energía y en el sector transporte».